Las fuerzas kurdas en Siria anunciaron este lunes que pusieron fin a un motín de detenidos acusados de pertenecer al grupo Estado Islámico (EI), que comenzó el domingo en una prisión del noreste del país.
"La situación en la prisión está totalmente bajo control", indicaron en un comunicado las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), una coalición dominada por combatientes kurdos.
Agregó que "terroristas del EI detenidos" lograron arrancar las puertas de sus celdas y "tomar el control de la planta baja de la prisión", pero fuerzas antiterroristas adscritas a las FDS "intervinieron". "No hubo ninguna fuga", subrayó.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirmó el retorno a la calma en esa prisión y precisó que cuatro detenidos que habían dado por fugitivos el domingo en la noche fueron finalmente hallados en el establecimiento.
La tensión estalló el domingo en la prisión de Ghouiran, en la ciudad de Hassaké, donde están detenidos cerca de 5.000 prisioneros "de diferentes nacionalidades" y acusados de pertenecer al EI, según el OSDH.
Un año después de proclamar la erradicación del "califato" del EI en Siria, el 23 de marzo de 2019, las fuerzas kurdas mantienen unos 12.000 yihadistas en varias cárceles en el noreste de Siria, según sus estadísticas.