Dos helicópteros militares jordanos aterrizaron este domingo en la Muqatta, el complejo presidencial de la Autoridad Palestina en Ramallah, Cisjordania, y recogieron al presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmoud Abbas, para una reunión no planificada con el rey Abdullah II de Jordania en la capital, Amman.
Una delegación de alto rango que incluía al ministro de Asuntos Exteriores de la AP, Riad Malki; el jefe del Servicio General de Inteligencia de la AP, el general de división Majed Faraj; y el jefe de la Autoridad General de Asuntos Civiles, Hussein Al-Sheikh, acompañaron a Abbas.
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El rey jordano Abdullah II se reúne con el presidente palestino Mahmoud Abbas en Amman, la capital de Jordania.
(AFP)
Los ayudantes afirman que el rey obtuvo lo que quería de la administración estadounidense: El presidente Biden apoyó públicamente el papel de Jordania y la custodia de los hachemitas sobre los lugares islámicos y cristianos de Jerusalem Este.
La reunión se produce días después de que el director de la CIA, William Burns, se reuniera con el presidente Abbas, junto con el palestino de mayor confianza de Washington, el jefe de inteligencia Faraj.
Esa reunión tuvo lugar tras la reciente visita del rey jordano a Estados Unidos, que muchos observadores del reino catalogaron como "importante". Abdullah mantuvo, según sus ayudantes, una reunión constructiva con el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, así como con miembros del Congreso y otros líderes estadounidenses.
Los ayudantes afirman que el rey obtuvo lo que quería de la administración estadounidense: El presidente Biden apoyó públicamente el papel de Jordania y la custodia de los hachemitas sobre los lugares islámicos y cristianos de Jerusalem Este.
Oraib Al Rantawi, fundador y director del Centro Al Quds de Estudios Políticos de Ammán, contó al portal The Media Line que el rey no necesita un mandato de la administración estadounidense para desempeñar un papel en el proceso de paz entre palestinos e israelíes.
"El rey contó con el apoyo de Estados Unidos para retomar su papel en la región. Desde el inicio del proceso de paz, Jordania desempeñó un papel clave para salvar las diferencias y superar los obstáculos, para reunir a las partes y resolver algunos obstáculos y complejidades. Este es el papel tradicional de Jordania", explicó Al Rantawi.
Añadió que el rey debía "discutir con el presidente palestino y compartir sus valoraciones, impresiones y lecturas de su reciente visita a Estados Unidos".
El conflicto israelo-palestino no ocupa el primer lugar en la agenda del presidente Biden. Está preocupado por varios asuntos, entre ellos el rotundo fracaso de Estados Unidos en Afganistán, la falta de avances en las negociaciones nucleares iraníes, China y Rusia, además de las crisis internas.
Al Rantawi afirma que, a pesar de esta reciente actividad y movimiento, no está en la agenda una resolución definitiva.
"Estos esfuerzos giran en torno a dos puntos. El primero: salvar a la Autoridad Palestina, que se enfrenta a un peligroso estado de confinamiento político y a una situación económica y financiera sin precedentes. La autoridad está al borde de la quiebra financiera, ya que paga los salarios de sus empleados a plazos", dice Al Rantawi. "La segunda", añade, es "el camino de la restauración de la confianza entre los palestinos y los israelíes".
Abdullah y Abbas mantuvieron primero una reunión privada y luego mantuvieron un encuentro con sus delegaciones.
"¿Qué van a hacer? ¿Vas a expulsar a todos los palestinos de sus casas en Cisjordania y crear inestabilidad en el otro lado? A fin de cuentas, Jordania tiene que votar sobre esto. Y creo que nuestras líneas rojas han sido claramente identificadas"
Abdullah II, rey de Jordania
Ahmad Rafiq Awad, presidente del Centro de Estudios sobre Jerusalem de la Universidad Al-Quds, declaró a The Media Line que siempre intentó coordinar las posiciones jordana y palestina. "Esta visita se inscribe en ese marco". "El papel jordano es muy importante y siempre está presente y no puede ser marginado", añadió.
Rafiq Awad también comentó que la AP atraviesa momentos difíciles. Cientos de palestinos se manifestaron en toda Cisjordania durante el verano contra Abbas. Los manifestantes en Ramallah corearon "El pueblo quiere la caída del régimen" e instaron a Abbas a dimitir. Esta reunión, según Rafiq Awad, sirve para estabilizar la AP política y económicamente.
"La próxima etapa se caracterizará por pequeños acuerdos llenos de incentivos. No estamos hablando de un acuerdo pacífico en el sentido más amplio. Jordania desempeñará un papel fundamental y muy importante en el proceso y la cuestión de la introducción de este enfoque."
En una entrevista con la CNN durante su visita, el rey habló con franqueza sobre el nuevo gobierno de Israel. A pesar de saber que el primer ministro Naftali Bennett es un nacionalista de derechas que se opone a una solución de dos Estados, lo que le sitúa en oposición directa a la posición del rey, Abdullah insistió en que una solución de un Estado sería mucho más difícil para los israelíes.
"¿Qué van a hacer? ¿Vas a expulsar a todos los palestinos de sus casas en Cisjordania y crear inestabilidad en el otro lado? A fin de cuentas, Jordania tiene que votar sobre esto. Y creo que nuestras líneas rojas han sido claramente identificadas", completó.
Al Rantawi cree que el actual acercamiento es superficial y frágil. Sostiene que el nuevo gobierno israelí no es diferente del gobierno de Netanyahu, sino que, según Al Rantawi, "puede ser más estricto en una serie de cuestiones".
"El nivel de violaciones israelíes del Haram al-Sharif y de la mezquita de Al-Aqsa aumentó durante la época de Bennett y no disminuyó, amenazando la tutela hachemita sobre estos lugares".
"Bennett es el primer primer ministro que declara el derecho de los judíos a rezar en la mezquita de Al-Aqsa, y esto es un hecho peligroso".
"Bennett es el primer primer ministro que declara el derecho de los judíos a rezar en la mezquita de Al-Aqsa, y esto es un hecho peligroso".
Al Rantawi, fundador y director del Centro Al Quds de Estudios Políticos de Ammán
Yoni Ben-Menachem, investigador principal del Centro de Asuntos Públicos de Jerusalem, dijo a The Media Line que toda la publicidad sobre un nuevo comienzo es mucho ruido y pocas nueces.
"No hay nada nuevo. Es un nuevo periodo de luna de miel entre Israel y Jordania, pero cuando él [el rey Abdullah] empiece con sus exigencias, todo cambiará", sostuvo Ben-Menachem.
Tras la reunión de Abdullah con Bennett, Israel aprobó la venta de 50 millones de metros cúbicos de agua al reino hachemita, lo que supone un importante aumento respecto a los 30 millones de metros cúbicos que Jordania recibe de Israel en virtud del tratado de paz de 1994.
La relación entre Abdullah y el ex primer ministro Benjamin Netanyahu era muy fría, pero muchos se preguntan cómo podrá el rey tener una relación de trabajo con Bennett, que se considera más belicoso que su predecesor. Bennett ya dijo que está a favor de la anexión de partes de Cisjordania y es un ardiente partidario de la expansión de los asentamientos.
El rey Abdullah se reunió con el presidente Biden el pasado mes de julio, en lo que muchos dicen que fue un reinicio de la posición del monarca jordano en la región tras cuatro años de lo que parecía un papel marginado para Jordania durante la administración del ex presidente Donald Trump.
El presidente Biden calificó al rey de "amigo bueno, leal y decente".
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Palestinos se enfrentan a las fuerzas de seguridad israelíes en el recinto de la mezquita de al-Aqsa en la Ciudad Vieja de Jerusalem, el 10 de mayo de 2021.
(AP)
"Lo nuevo con la llegada de la administración Biden es el reconocimiento y la renovación del papel jordano y la restauración de sus funciones regionales"
Al Rantawi, fundador y director del Centro Al Quds de Estudios Políticos de Ammán
Abdullah rechazó firmemente el plan de paz para Oriente Medio del ex presidente Trump, el llamado acuerdo del siglo, que el rey consideraba que suponía una amenaza para la seguridad nacional y que socavaba la custodia hachemita de los lugares sagrados de Jerusalem, que había sido una fuente clave de legitimidad para la dinastía hachemita gobernante en Jordania durante casi un siglo.
Durante la administración Trump, Jordania, que se considera un aliado estratégico de Washington, vio cómo su papel disminuía a medida que las relaciones del presidente de un solo mandato con los ricos estados del Golfo tenían prioridad.
"La administración Trump trató de abolir este papel y saltar sobre él. Según muchos, la relación jordano-estadounidense sufrió cuatro años de vacas flacas", explicó Al Rantawi.
"Lo nuevo con la llegada de la administración Biden es el reconocimiento y la renovación del papel jordano y la restauración de sus funciones regionales".
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Un palestino huye de los gases lacrimógenos durante los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad israelíes frente a la Cúpula de la Roca en el recinto de la mezquita de Al Aqsa.
(AP)
"No aparece en el horizonte la voluntad y disposición israelí de resolver el conflicto"
Al Rantawi, fundador y director del Centro Al Quds de Estudios Políticos de Ammán
Los lugares sagrados de Jerusalem Este se consideran una línea roja para Jordania; los hachemitas se consideran los legítimos guardianes de los lugares sagrados tanto islámicos como cristianos.
Al Rantawi afirma que todo este acercamiento se produce en el marco de la contención y la gestión de la crisis, y no en el contexto de la búsqueda de una solución seria y permanente a este conflicto.
"No aparece en el horizonte la voluntad y disposición israelí de resolver el conflicto, y no aparece en el horizonte la voluntad estadounidense de invertir esfuerzos y recursos para encontrar una solución permanente".
"Sólo Washington tiene las herramientas para presionar a Israel para que vuelva a la mesa de negociaciones", finalizó.
