Cody Ballmer, quien prendió fuego a la residencia oficial de Josh Shapiro, el gobernador judío de Pensilvania, llevó a cabo el incendio provocado porque creía que la posición del gobernador sobre la guerra en Gaza estaba llevando a la muerte de palestinos, según informó el New York Times el miércoles por la noche, basándose en la orden de arresto emitida contra Ballmer.
La residencia de Shapiro, un demócrata que es considerado un potencial candidato a la presidencia de Estados Unidos en las elecciones de 2028, fue incendiada horas después de que el gobernador judío, su esposa, sus cuatro hijos y otros miembros de la familia celebraran un Seder allí. No hubo víctimas en el incendio provocado, pero causó daños significativos en una parte de la mansión, que ha servido como residencia oficial de los gobernadores de Pensilvania desde la década de 1960.
El gobernador y su familia estaban durmiendo en la residencia en ese momento, pero en una parte alejada del sector incendiado. Se despertaron con el sonido de la policía llamando a la puerta a las 2 de la madrugada y tuvieron que evacuar rápidamente mientras los bomberos apagaban el fuego.
A las 2:50 a.m., casi una hora después de que la residencia oficial del gobernador fuera incendiada, Ballmer se entregó y llamó al 911. En la conversación, dijo que Shapiro necesita saber que "no participará en el plan de lo que quiere hacer por el pueblo palestino". Luego dijo que quería que "mis amigos dejaran de morir", refiriéndose nuevamente al gobernador judío, y agregó: "Mi pueblo ha sufrido demasiado por este monstruo".
Ballmer, quien ha sido tratado por problemas de salud mental en el pasado y también está acusado de agredir a miembros de su familia, dijo al final de la conversación: "Sabes dónde encontrarme. No me voy a esconder y admitiré todo lo que he hecho". Durante el interrogatorio, admitió su odio por Shapiro, diciendo que lo habría "golpeado con un martillo" si se hubiera encontrado con él en su residencia oficial esa noche.
Ballmer dijo a los investigadores que la noche del incendio provocado llenó botellas de cerveza con gasolina que había extraído de una cortadora de césped, y luego caminó durante aproximadamente una hora desde su casa hasta la residencia del gobernador en Harrisburg, Pensilvania. Cuando llegó, trepó una valla de seguridad de hierro, rompió dos ventanas con un martillo y luego arrojó los cócteles molotov. Después también ingresó a la casa para aumentar la propagación del fuego. Sus acciones fueron grabadas por una cámara de seguridad.
