El gobierno alemán anunció este lunes 9 de septiembre que no se permitirá el libre paso a través de sus fronteras terrestres en los próximos meses para combatir la inmigración ilegal y proteger a la población del terrorismo islamista. El anuncio se produce después de los ataques que desataron el descontento contra el gobierno del canciller Olaf Scholz. Los críticos del gobierno presionan para que frene las infiltraciones en Alemania y combata a los extremistas islámicos.
Las inspecciones en las fronteras terrestres de Alemania con cinco países comenzarán el 16 de septiembre y estarán vigentes durante seis meses. "Estamos fortaleciendo nuestra seguridad nacional a través de medidas concretas y continuando con nuestra dura postura sobre la inmigración ilegal", dijo la ministra del Interior, Nancy Pfizer, en una conferencia de prensa.
Alemania es uno de los países miembros del Tratado de Schengen, que permite la libre circulación entre los países de la UE. Los países ubicados en el espacio Schengen pueden cerrar sus fronteras en casos excepcionales: esto sucedió durante el período de coronavirus, por ejemplo, o después de ataques terroristas en países del continente.
Alemania tiene fronteras terrestres con nueve países: Dinamarca, Países Bajos, Bélgica, Suiza, Luxemburgo, Francia, Austria, República Checa y Polonia. En 2015, tras la crisis migratoria en Europa y la llegada de masas de refugiados y migrantes al país, Alemania anunció que ya no permitiría el libre paso desde la frontera austríaca.
El año pasado, las pruebas también entraron en vigor en las fronteras de Alemania con Polonia, Suiza y la República Checa. A partir de la próxima semana, también habrá puestos de control en las fronteras terrestres con Francia, Países Bajos, Bélgica, Dinamarca y Luxemburgo.
Pfizer, señaló que el gobierno ya había endurecido las políticas de inmigración, y desde octubre ha prohibido la entrada a su territorio a 30.000 migrantes que han llegado a sus fronteras. Señaló que, además del problema de la migración, el país necesita "protegerse contra los peligros reales que provienen del terrorismo islamista y de la delincuencia grave. Estamos haciendo todo lo posible para proteger mejor a nuestro país de estos peligros".
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Tiroteo en Munich, la semana pasada, cerca del consultado israelí.
(Lukas Barth-Tuttas, AFP)
La Unión Europea aprobó recientemente reformas a las leyes de inmigración y asilo en el continente destinadas a facilitar la gestión en aquellos países que soportan la carga y aceleran el proceso de deportación de los inmigrantes ilegales, pero la reforma no entrará en vigor hasta 2026. Pfizer dijo que para entonces "debemos fortalecer nuestras fronteras nacionales".
El mes pasado, tres personas fueron asesinadas en un ataque de apuñalamiento en la ciudad de Solingen, llevado a cabo por un solicitante de asilo de Siria que juró lealtad a ISIS. La semana pasada, la policía alemana mató a un terrorista que abrió fuego en la entrada de un centro conmemorativo de crímenes nazis cerca del consulado israelí. Más tarde se informó que el terrorista era un austriaco de ascendencia bosnia.
El anuncio del gobierno de Scholz se produce tras los avances históricos del partido opositor de extrema derecha Alternativa para Alemania en las elecciones locales de este mes, a poco más de un año de las elecciones generales. La oposición a la ola de inmigración y la sensación de que el gobierno no está manejando el tema adecuadamente han fortalecido a Alternativa para Alemania en los últimos años.
