El portavoz de Fatah, Munder Hayek, con sede en Gaza, pidió el sábado a Hamás que renuncie al poder para "proteger la presencia palestina" en la Franja de Gaza. "Hamás debe dejar el gobierno en la Franja de Gaza porque la próxima batalla será sobre el fin de la presencia palestina allí", dijo en un comunicado bastante inusual.
Al mismo tiempo, un portavoz de Hamás, Abd al-Latif al-Qanu'a, dijo que la organización terrorista continuaba negociando un alto el fuego de acuerdo con la propuesta del enviado especial del presidente de Estados Unidos, Steve Witkoff, así como "varias ideas" con los mediadores. "No tenemos ninguna ambición de gobernar Gaza, y lo que nos preocupa es un consenso nacional, y estamos comprometidos con sus resultados", agregó.
Un portavoz de Hamás confirmó que "existe un acuerdo dentro de la organización terrorista para establecer un comité de apoyo a la comunidad en Gaza, que no incluye al movimiento". Acusó, una vez más, que el primer ministro Benjamín Netanyahu es quien impide que haya alto el fuego y "antepone la supervivencia de su gobierno a la vida de los rehenes".
En una extensa entrevista realizada esta noche, Witkoff abordó el tema de la administración de Gaza al día siguiente y dijo que Hamás es la parte que controla Gaza. "Creo que quieren quedarse allí en Gaza hasta el fin de los tiempos y quieren controlar Gaza. Y esto es inaceptable", subrayó, "Lo que aceptamos es que tengan que desarmarse. Así que tal vez puedan quedarse allí por un tiempo, involucrarse políticamente, pero no puede ser que una organización terrorista gobierne Gaza", expresó.
Witkoff también afirmó que Netanyahu está interesado en el regreso de los rehenes, pero que "cree que la presión sobre Hamás es la única forma de hacerlo, y creo que en algunos aspectos tiene razón". Según él, "las cosas cambian muy rápido. Bibi siente que está haciendo lo correcto. Está hablando en contra de la opinión pública en Israel, que quiere que los secuestrados regresen a casa. Yo estaba en la Plaza de los Abducidos, era espiritual. Todas las familias estaban allí, la gente lloraba".
Envió un mensaje a las familias de los secuestrados, diciendo: "Me identifico con ellos. Muchos de ellos nunca traerán a sus hijos de regreso. Los niños han sido asesinados o podrían ser asesinados si no logramos alcanzar un plan de paz en Gaza. El presidente y yo tenemos sensibilidad y empatía por ellos. Trump no tenía que reunirse con ellos [los sobrevivientes] ese día, podía obtener toda la información de mí. Estaba cansado, pero al final se quedó con ellos durante mucho tiempo y los escuchó".
