A la administración Biden le preocupa que el primer ministro Benjamin Netanyahu intente frustrar las posibilidades de un acuerdo de intercambio de rehenes y cree que, aunque su gobierno está comprometido con la liberación de rehenes, no está comprometido con poner fin a la guerra, dijeron funcionarios estadounidenses el martes, y agregaron que es por eso que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, dijo públicamente que Netanyahu respaldaba su propio acuerdo.
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El secretario de Estado Antony Blinken saluda al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, antes de la reunión que mantuvieron ambos.
(GPO)
Blinken habló después de reunirse con funcionarios israelíes y con las familias de los rehenes que se manifestaban frente a su hotel en Tel Aviv exigiendo que sus seres queridos fueran liberados del cautiverio de Hamás después de haber sido secuestrados hace ocho meses.
Los funcionarios estadounidenses dijeron que creían que Netanyahu finalmente elegiría hacer lo que era de su propio interés político.
Las fuentes no tuvieron palabras duras para con el ministro saliente del gabinete de guerra, Benny Gantz, quien anunció su renuncia el domingo, aunque intentaron convencerlo de que se quedara. Los funcionarios expresaron que entendían que Gantz ya no tenía ningún efecto sobre las decisiones tomadas bajo el gobierno de Netanyahu. Un funcionario agregó que incluso podría ser mejor para Gantz dejar el gabinete de guerra y dejar de proporcionar al primer ministro una cobertura de legitimidad.
NBC informó el lunes por la noche que funcionarios de la administración discutieron un posible acuerdo con Hamas para la liberación de cinco de los rehenes que tienen ciudadanía estadounidense, pero los funcionarios dijeron que no creían que el informe tuviera ninguna validez.
El secretario dijo que las conversaciones sobre los planes para el día después de la guerra en Gaza continuarían el martes por la tarde y en los próximos días. "Es imperativo que tengamos estos planes", señaló.
