Irán amenazó el miércoles con tomar represalias contra las sanciones que le impusieron Estados Unidos, Alemania, Reino Unido y Francia después de que el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, revelara que había transferido misiles balísticos a Rusia, para utilizarlos en la guerra contra Ucrania.
Blinken dijo que Washington había advertido en privado a Irán que proporcionar misiles balísticos a Rusia sería "una escalada dramática". "Este desarrollo y la creciente cooperación entre Rusia e Irán amenaza la seguridad europea y demuestra cómo la influencia desestabilizadora de Irán va mucho más allá de Oriente Medio", dijo antes de su visita a Kiev con el ministro de Relaciones Exteriores británico, David Lammy, el miércoles.
Irán sostuvo que la afirmación era propaganda destinada a distraer la atención de la asistencia militar proporcionada a Israel por Occidente, calificando las sanciones de "terrorismo económico" y amenazando con "acciones apropiadas y proporcionadas".
El Kremlin también negó que se entregaran misiles de Irán a Rusia y calificó las afirmaciones de "infundadas".
Blinken y Lammy llegaron a Kiev el miércoles para una serie de reuniones con altos funcionarios del gobierno ucraniano en un momento crítico de la guerra contra Rusia.
Blinken dijo que quiere escuchar directamente del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y de otras personas cuáles son los objetivos de Kiev en la guerra y qué puede hacer Washington para ayudar a alcanzarlos.
Es probable que Zelenski renueve los llamamientos a sus aliados para que permitan a Ucrania disparar misiles occidentales, incluidos los ATACM estadounidenses de largo alcance y los Storm Shadows británicos, a lo profundo del territorio ruso para limitar la capacidad de Moscú de lanzar ataques.
Se espera que Blinken y Lammy presionen a Ucrania para obtener más información sobre sus objetivos estratégicos mientras consideran si dar el visto bueno, según fuentes occidentales.
Hay nerviosismo en Washington y algunas capitales europeas de que hacerlo provocaría a Rusia hacia un conflicto directo con Occidente, mientras que los funcionarios también reconocen que Ucrania necesita más ayuda si quiere inclinar la guerra a su favor.
De la noche a la mañana, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, sugirió que había espacio para el compromiso. Biden señaló que su administración estaba "resolviendo eso ahora" cuando se le preguntó si Estados Unidos levantaría las restricciones sobre el uso de armas de largo alcance por parte de Ucrania en su guerra contra Rusia.