Estados Unidos y Alemania intensificaron el miércoles la presión sobre Irán para que regrese pronto a las conversaciones sobre su programa nuclear, y el ministro de Relaciones Exteriores de Alemania dijo que un retraso de dos o tres meses propuesto por Teherán es demasiado largo.
Las partes restantes del acuerdo de 2015 con las potencias mundiales, destinadas a contener el programa nuclear de Irán, celebraron varias rondas de conversaciones en Viena a principios de este año sobre cómo hacer que Estados Unidos vuelva al acuerdo y cómo Irán puede volver a cumplir con sus términos.
Pero la última ronda terminó en junio y no se ha fijado una fecha para su reanudación. La semana pasada, el nuevo ministro de Relaciones Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, dijo que "la otra parte entiende que la nueva administración tarda de dos a tres meses en establecer y planificar cualquier tipo de decisión".
El ministro de Relaciones Exteriores de Alemania, Heiko Maas, dijo después de reunirse con el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, que eso no es lo suficientemente bueno. Agregó que le dijo a Amirabdollahian la semana pasada que “dos o tres meses es un marco de tiempo demasiado largo para nosotros” y pidió un regreso más rápido a las negociaciones.
Estados Unidos se retiró unilateralmente del acuerdo nuclear, conocido como Plan de Acción Integral Conjunto, en 2018, bajo el mandato del entonces presidente Donald Trump. Gran Bretaña, Francia, Alemania, China y Rusia han tratado de preservar el acuerdo, y el presidente Joe Biden ha dicho que está abierto a volver a unirse al pacto.
Cuando se le preguntó a Blinken si la demora sugerida por Irán es demasiado larga para volver al acuerdo, el secretario de Estado señaló: “No voy a ponerle una fecha, pero nos estamos acercando al punto en el que un retorno estricto al cumplimiento del (acuerdo nuclear) no reproduce los beneficios que ese acuerdo logró”.
“Hemos sido muy claros en que la capacidad de reincorporarse al (trato), volver al cumplimiento mutuo, no es indefinida”, agregó.
Después de la retirada de Estados Unidos, Irán se embarcó en una estrategia de violar deliberadamente el acuerdo. Eso se ve como un intento de presionar a Europa para que le dé incentivos a Irán para compensar las paralizantes sanciones estadounidenses que se volvieron a imponer después de la retirada de Estados Unidos.
El martes, el organismo de control nuclear de la ONU dijo que Irán ha seguido aumentando su arsenal de uranio altamente enriquecido en contravención del acuerdo. La Agencia Internacional de Energía Atómica también dijo a los estados miembro, en su informe trimestral, que sus actividades de verificación y monitoreo han sido "seriamente socavadas" desde febrero por la negativa de Irán a permitir que los inspectores accedan a los equipos de monitoreo del OIEA.
El presidente iraní, Ebrahim Raisi, advirtió el miércoles que una actitud "no constructiva" por parte del organismo de control nuclear de la ONU podría dañar las conversaciones.
El sitio web del gobierno iraní citó a Raisi y consignó que Irán ha cooperado con la AIEA, lo que indica la voluntad de Teherán de ser transparente en sus actividades nucleares. “Es natural que en el caso de una (actitud) no constructiva en la agencia, no sea lógico esperar que Irán tenga una reacción constructiva”, dijo.