Irán y las potencias mundiales reanudaron este lunes las conversaciones tras un paréntesis de cinco meses para tratar de salvar su acuerdo nuclear de 2015, pero con Teherán manteniéndose en su dura postura y las potencias occidentales advirtiendo que no funcionará, las esperanzas de un avance parecen escasas.
Los diplomáticos iraníes aseguran que el tiempo se está agotando para resucitar el pacto, que el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, abandonó en 2018, enfadando a Irán y consternando a las otras potencias involucradas: Gran Bretaña, China, Francia, Alemania y Rusia.
"Nuestras exigencias son claras. Las otras partes, y especialmente los estadounidenses, deben decidir si quieren que se reanude este acuerdo o no. Abandonaron el pacto, así que deberían volver a él y levantar todas las sanciones"
Funcionario iraní
Entre abril y junio se celebraron seis rondas de conversaciones indirectas. La nueva ronda comenzó formalmente con una reunión de las restantes partes del acuerdo, sin Estados Unidos, poco después de las dos de la tarde.
La reunión en Viena puso fin a una larga pausa provocada por la elección del clérigo de línea dura, Ebrahim Raisi, en junio, como presidente de Irán. Las conversaciones son en realidad negociaciones indirectas entre Teherán y Washington, ya que Irán se niega a reunirse cara a cara con los enviados estadounidenses.
El equipo negociador de Teherán planteó exigencias que los diplomáticos estadounidenses y europeos consideran poco realistas, según informes occidentales.
"Nuestras exigencias son claras. Las otras partes, y especialmente los estadounidenses, deben decidir si quieren que se reanude este acuerdo o no. Abandonaron el pacto, así que deberían volver a él y levantar todas las sanciones", comentó a Reuters un funcionario iraní cercano a las conversaciones.
"Estados Unidos sigue sin entender bien el hecho de que no hay forma de volver al acuerdo sin un levantamiento verificable y efectivo de todas las sanciones"
Hossein Amirabdollahian, ministro de Asuntos Exteriores iraní
Irán adoptó una posición inflexible al exigir la eliminación de todas las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea desde 2017, incluidas las que no están relacionadas con su programa nuclear, en un proceso verificable.
"Estados Unidos sigue sin entender bien el hecho de que no hay forma de volver al acuerdo sin un levantamiento verificable y efectivo de todas las sanciones", aseveró el ministro de Exteriores iraní, Hossein Amirabdollahian, en un comunicado poco después de que se reanudaran las conversaciones.
"El regreso de Estados Unidos al acuerdo nuclear no tendría sentido sin garantías para evitar que se repita la amarga experiencia del pasado", dijo. "Esta oportunidad no es una ventana que pueda permanecer abierta para siempre", agregó.
TENSIONES
Paralelamente, se intensificaron los conflictos de Teherán con el organismo de control atómico de la ONU, que supervisa su programa nuclear.
"Ellos (los iraníes) jugarán a ganar tiempo, ganarán miles de millones con la eliminación de las sanciones, seguirán engañando al mundo y avanzarán de forma encubierta en su programa nuclear"
Yair Lapid, ministro de Asuntos Exteriores de Israel
Mientras Irán avanza en el enriquecimiento de uranio, el Organismo Internacional de Energía Atómica afirma que sus inspectores fueron tratados con violencia y se les negó el acceso para volver a instalar cámaras de vigilancia en un lugar que considera esencial para reactivar el acuerdo.
"Si Irán piensa que puede utilizar este tiempo para crear más influencia y luego volver y decir que quieren algo mejor, simplemente no funcionará. Nosotros y nuestros socios no lo aceptaremos", explicó el sábado el enviado estadounidense Robert Malley a BBC Sounds.
Desde que Trump sacó a Estados Unidos del acuerdo, Irán incumplió muchas de sus restricciones destinadas a alargar el tiempo que necesitaría para generar suficiente material fisible para una bomba nuclear. Irán respondió que quiere enriquecer uranio sólo para usos civiles.
Malley advirtió que Washington estaría dispuesto a aumentar la presión sobre Teherán si las conversaciones fracasan.
Los diplomáticos dicen que Washington sugirió negociar un acuerdo provisional de duración indefinida con Teherán mientras no se logre un acuerdo permanente. Varios funcionarios iraníes comentaron a Reuters que Irán no tenía intención de aceptar un acuerdo provisional.
El archienemigo de Irán, Israel, que se opuso al acuerdo original por considerarlo demasiado limitado en su alcance y duración, dijo que las opciones militares estarán sobre la mesa si la diplomacia fracasa.
"Ellos (los iraníes) jugarán a ganar tiempo, ganarán miles de millones con la eliminación de las sanciones, seguirán engañando al mundo y avanzarán de forma encubierta en su programa nuclear", aseveró el ministro de Asuntos Exteriores, Yair Lapid, a los periodistas en Londres.
"La inteligencia es clara. No deja lugar a dudas".