El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, prometió al primer ministro Benjamin Netanyahu que el país norteamericano levantaría las restricciones al suministro de armas a Israel en los próximos días. Así lo informó el lunes por la noche el diario alemán Bild.
Según el informe, Blinken y Netanyahu hablaron la semana pasada, y el primer ministro insistió en la reanudación de los suministros de armas estadounidenses, que se han detenido inusualmente debido a la conducta del gobierno israelí que Estados Unidos no compartía. Netanyahu también buscó expandir el suministro, a la sombra de las amenazas que enfrenta Israel desde todos los ámbitos.
Bild señaló que Netanyahu dijo en su conversación con Blinken que, a diferencia de la gran ayuda que Estados Unidos brindó a Israel al comienzo de la guerra, recientemente la situación se ha "revertido", y Estados Unidos ha detenido efectivamente el suministro de armas a su aliado durante una guerra existencial. Según Netanyahu, la medida estadounidense da un viento de cola a Irán, Hezbolá y Hamás, lo que sólo prolonga la guerra y aumenta las posibilidades de una mayor escalada.
Netanyahu, por su parte, instruyó al ministro de Defensa, Yoav Galant; al ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, y al jefe del Consejo de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, para que verifiquen en sus reuniones en Estados Unidos en los próximos días que efectivamente se ha renovado el suministro de armas.
Incluso antes de la operación de Rafah, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, había declarado que no suministraría bombas ni proyectiles a Israel si decidía lanzar una operación a gran escala en Rafah. A principios de este mes, The Wall Street Journal informó que, en medio de la presión interna en Estados Unidos tras la guerra en Gaza, la administración Biden está retrasando la transferencia de miles de armas a Israel. Según el informe, se ha retrasado un envío de 260 millones de dólares de miles de kits que hacen que las bombas simples sean "inteligentes", así como municiones para tanques, vehículos militares y misiles de mortero por valor de unos 1.000 millones de dólares. Más tarde se informó que la administración Biden está preparando nuevos suministros que incluyen la posible transferencia de municiones para tanques por valor de 700 millones de dólares, vehículos tácticos blindados por valor de 500 millones de dólares y morteros por valor de 60 millones de dólares. El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, dijo: "Seguimos enviando ayuda militar. Hemos suspendido el envío de bombas de 900 kilogramos porque no creemos que deban lanzarse en ciudades densamente pobladas".
