Cinco personas murieron el jueves y 16 resultaron heridas, según el ministro del Interior libanés, en enfrentamientos armados durante una protesta en Beirut organizada por el grupo terrorista Hezbollah y sus aliados contra el principal juez que investiga la enorme explosión del año pasado en el puerto de la ciudad.
El ministro del Interior, Bassam Mawlawi, dijo que muchas de las víctimas fueron baleadas "por francotiradores que dispararon desde edificios. Esta es una señal muy peligrosa”. Y agregó: “Nadie puede aceptar esto”.
El intercambio de disparos con francotiradores, pistolas, fusiles Kalashnikov y granadas propulsadas por cohetes significó una escalada peligrosa en las tensiones. Fueron los peores enfrentamientos armados desde 2008, cuando el Hezbollah invadió brevemente partes de Beirut
El intercambio de disparos con francotiradores, pistolas, fusiles Kalashnikov y granadas propulsadas por cohetes significó una escalada peligrosa en las tensiones. Fueron los peores enfrentamientos armados desde 2008, cuando el Hezbollah invadió brevemente partes de Beirut.
No quedó claro de momento cómo comenzaron los enfrentamientos del jueves. El grupo chiíta Hezbollah y sus aliados de la organización Amal habían convocado una protesta cerca del Palacio de Justicia, a lo largo de una antigua línea de frente de la guerra civil ubicada entre zonas musulmanas chiítas y cristianas.
Los disparos resonaron en la capital libanesa y las ambulancias se apresuraban para llegar a la zona. Los francotiradores estaban apostados en edificios. Las balas atravesaron los vidrios de varios departamentos en el área. Cuatro proyectiles cayeron cerca de una escuela privada francesa, Freres of Furn el Chebbak, desatando el pánico, dijo un funcionario de seguridad que habló bajo condición de anonimato porque no estaba autorizado a informar a la prensa.
La movilización en el exterior del Palacio de Justicia fue convocada por el poderoso grupo Hezbollah y sus aliados, que exigen la destitución del juez Tarek Bitar
Los estudiantes se apiñaron en los pasillos centrales con las ventanas del inmueble abiertas para evitar más impactos, en escenas que recordaron a la guerra civil de entre 1975 y 1990.
La movilización en el exterior del Palacio de Justicia fue convocada por el poderoso grupo Hezbollah y sus aliados, que exigen la destitución del juez Tarek Bitar.
En un comunicado el jueves, los dos grupos expresaron que sus manifestantes fueron atacados por francotiradores desplegados sobre los tejados en el área de Tayouneh.
La formación cristiana Fuerzas Libanesas movilizó a sus simpatizantes el miércoles en la noche luego de que Hezbollah y Amal anunciaran la protesta ante el Palacio de Justicia, ubicado en una zona cristiana. Videos publicados en redes sociales mostraban a los seguidores del grupo conservador recorriendo las calles con cruces de gran tamaño.
En un comunicado, el primer ministro Najib Mikati apeló a la calma y pidió a la población “que no se deje arrastrar a conflictos civiles”
Un periodista que trabaja para The Associated Press vio a un hombre abriendo fuego con una pistola durante la protesta, además de a pistoleros disparando hacia los manifestantes desde el balcón de un edificio. Al menos dos hombres fueron vistos con heridas y sangrando. El ejército se desplegó en la zona tras la balacera y movilizó patrullas para dar con los tiradores tras los intercambios de fuego entre las zonas musulmanas y cristianas de la ciudad.
En un comunicado, el primer ministro Najib Mikati apeló a la calma y pidió a la población “que no se deje arrastrar a conflictos civiles”.
La investigación se centra en cientos de toneladas de nitrato de amonio mal almacenadas que estallaron el 4 de agosto de 2020 en un almacén del puerto y mataron a al menos 215 personas. El incidente causó además miles de heridos y destruyó partes de vecindarios próximos.
Fue una de las explosiones no nucleares más grandes de la historia y agravó los problemas del país, ya sacudido por las divisiones políticas y por un colapso económico sin precedentes.
Bitar, el segundo juez que dirige la investigación, se ha encontrado con la importante oposición del poderoso grupo libanés Hezbollah y de sus aliados, que lo acusan de citar a políticos, en su mayoría cercanos a la organización chiíta, para interrogarlos.
Por el momento, ninguno de los funcionarios de Hezbollah ha sido acusado oficialmente en los 14 meses de pesquisa.