La guerra civil Siria tiene hasta el momento un costo en vidas humandas de al menos 388.652 personas. Así lo informó el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), organización con base en Reino Unido.
Los datos del observatorio indican que 117.388 civiles, entre ellos más de 22.000 niños, murieron desde el estallido del conflicto y que los ataques del régimen sirio y de las milicias aliadas son responsables de la mayor parte de las muertes civiles.
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Activistas sirios pintan una pared en recuerdo del levantamiento hace diez años contra el presidente Bashar al-Assad.
(AFP)
El último recuento del OSDH, publicado en diciembre de 2020, indicaba cifras en torno a las 387.000 personas fallecidas. Según el director del organismo, Rami Abdel Rahman, se trata del menor registro anual de muertes desde el inicio de la guerra. Los combates disminuyeron en 2020 debido al cese al fuego en el noroeste de Siria y a la pandemia de coronavirus.
Desencadenada en marzo de 2011 con la represión de manifestaciones en favor de la democracia, la guerra en Siria, que hoy implica a varios grupos beligerantes y potencias extranjeras, entra el lunes en su undécimo año.
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El mural muestra un prisionero tras las rejas en medio del "0", la bandera de la oposición siria y la palabra “Revolución” escrita en árabe.
(AFP)
El OSDH documentó también, a lo largo de estos años, al menos 16.000 muertes en cárceles gubernamentales y centros de detención. No obstante, según el observatorio, el balance está subestimado pues no incluye a unas 88.000 personas que habrían muerto como consecuencia de las torturas en las prisiones del régimen.
El gobierno sirio controla actualmente más del 60% del territorio del país tras una serie de victorias de sus fuerzas, apoyadas por Rusia, obtenidas desde 2015 contra los yihadistas y los rebeldes. La guerra obligó a una huida forzosa que movilizó a la mitad de la población y a la desaparición de 200.000 personas, según el OSDH.