Desde 2019, tras el avance en la relación entre Hezbolá y Hamás, Beirut se convirtió en el hogar de algunos altos funcionarios del grupo terrorista de Gaza y en una importante estación para sus políticos y mandos de seguridad.
Una de las razones reside en el acuerdo entre ambas agrupaciones, que en 2017 comenzó -al mismo tiempo que la facción de Yahya Sinwar tomaba la iniciativa, excluyendo a la de Khaled Meshaal- y sigue vigente hasta la fecha.
Tras el asesinato de Al-Aaruri, jefe adjunto del buró político de Hamás, Ismail Haniyeh, reveló la ubicación de los líderes de Hamás en el Líbano, en el corazón del distrito de Dahiya, bastión de Hezbolá.
El periódico Al-Arab, que se publica en Londres, publicó recientemente que Hamas está tratando de crear un refugio alternativo en el Líbano para sus líderes después de la guerra, "que está recibiendo cobertura política".
Tras la eliminación del martes, estos planes pueden cambiar.
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El vehículo alcanzado por las FDI en el que murió el líder de Hamás Al-Arouri.
(Reuters)
Al-Aaruri llegó a Beirut en el verano de 2018, después de vagar por países desde que fue deportado de Israel tras salir de prisión. Cuando se mudó al Líbano, fue el vínculo entre Hamás y Hezbolá, y ayudó a construir y liderar una nueva alianza de Irán y Hezbolá con el grupo terrorista gazatí.
En los últimos años, Hamás profundizó su presencia en Líbano y, a principios de diciembre, en un intento de establecerse en el país, anunció la creación de los "Pioneros de la inundación de Al-Aqsa" y llamó a la multitud a unirse y "dar forma al futuro del pueblo y la liberación de Jerusalem y Al-Aqsa".
Hamás afirmó que este paso viene a fortalecer el papel del pueblo palestino donde quiera que esté. Muchos elementos en el Líbano no aceptaron bien esta idea, temiendo que los "Pioneros de Al-Aqsa" asumieran un carácter militar o de seguridad, lo que provocó un gran revuelo en el Líbano.
Lo cierto es que Beirut se convirtió en una parada habitual para los dirigentes de Hamás, como Khalil al-Hiya –responsable de relaciones árabes e islámicas–, Zahar Jabarin –responsable del caso de los prisioneros palestinos en Israel– y Osama Hamdan –representante de Hamás, que celebra semanalmente conferencias de prensa sobre los acontecimientos de la guerra.
Al-Hiya y Jabarin comenzaron a llegar cada vez más al Líbano después del acercamiento de Turquía con Israel, lo que provocó que Hamás hiciera del país árabe uno de sus bastiones más importantes para hacer política.
Independientemente del tamaño de la presencia militar del movimiento en el Líbano, está claro que hay una tendencia a vincular la arena libanesa a todos los frentes, de acuerdo con lo que está sucediendo estos días en Gaza.