El clan beduino jordano Al-Hawittat elogió el lunes el ataque a tiros de su pariente Maher al-Jazi, que tuvo lugar el domingo en el cruce del puente Allenby, en el que asesinó a tres israelíes: Yuri Birnbaum, Adrian Marcelo Podsmeser y Yohanan Shchori.
"Lo que nuestro hijo ha hecho fue la respuesta natural de una persona entusiasta y patriota a su país árabe frente a los continuos crímenes que Israel comete contra el pueblo palestino en Gaza", señaló el clan de Al-Jazi en un comunicado.
Según el clan, la responsabilidad del ataque recae en el primer ministro Benjamin Netanyahu y fue "el resultado de las acciones maliciosas de Netanyahu y su actual gobierno contra el pueblo de Palestina y Gaza". El clan enfatizó que estaba comprometido con su alianza con Jordania, tanto interna como externamente.
El clan, situado en la zona de Ma'an, en el sur de Jordania, es muy leal al estado. Participó en la lucha contra Israel ya en 1948, pero su lealtad también se extiende a la causa palestina. Esto, junto con los importantes desafíos sociales y económicos a los que se enfrenta el clan, proporciona un terreno fértil para el terrorismo y la actividad antihachemita, que se opone a la postura del gobierno.
Según el profesor Ronen Yitzhak, jefe de la división de Estudios de Oriente Medio del Western Galilee College, la declaración del clan demuestra principalmente que el ataque fue llevado a cabo por un perpetrador solitario y no por un grupo organizado. El razonamiento proporcionado por la declaración del clan se hizo eco de los sentimientos expresados en Jordania, en particular la opinión del ataque como una "respuesta natural".
"El clan expresó su lealtad a la nación y a la patria musulmanas. Muestran solidaridad con los palestinos, pero siguen siendo leales al Estado", dijo Yitzhak. Explicó que el ataque no es visto como una amenaza para la seguridad nacional en Jordania, ya que fue llevado a cabo por un individuo solitario. "Si hubiera sido un esfuerzo organizado por el propio clan o por un grupo más grande, podría haber habido tal preocupación, pero ése no es el caso", dijo.
La preocupación de seguridad de Israel tras ataques como el del domingo incluye la posibilidad de ataques de imitación o de individuos inspirados que intenten llevar a cabo actos similares. Según Yitzhak, la amenaza del propio clan no es mayor que la de otras fuentes.
Un tema interesante relacionado con el clan es su relación con el gobierno jordano durante la última década, especialmente cuando se compara con la relación entre los palestinos y el gobierno.
Según Yitzhak, el rey Abdullah II ha implementado reformas en el país a lo largo de los años, otorgando beneficios a otros grupos, como los palestinos. Los clanes beduinos argumentaban que el rey favorecía a los palestinos a expensas de ellos, principalmente debido al origen palestino de su esposa, la reina Rania. "Otra afirmación dice que Rania interfirió con las costumbres beduinas", agregó el profesor Yitzhak y señaló: "Ella trató de introducir más reformas y prácticas que a los beduinos no les gustaban".
A pesar de la tensión entre los clanes y el gobierno, desde una perspectiva más amplia, estos clanes siguen siendo leales a Jordania. En comparación con la relación entre el gobierno y los palestinos, las tensiones no son abrumadoras.
Los palestinos están relativamente contentos. Las protestas a favor de Hamas en Jordania en los últimos meses no fueron lideradas por palestinos, sino por partidarios de la Hermandad Musulmana.