El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, abandonó el país este domingo por la noche para realizar una visita de Estado de una semana a Estados Unidos, donde se reunirá con el presidente estadounidense Biden durante el miércoles en el Hotel InterContinental de Nueva York, y pronunciará un discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas el viernes.
Durante su visita, Netanyahu también se reunirá con el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, por primera vez desde el estallido de la guerra en Ucrania, y con el presidente turco, Tayyip Erdogan, por primera vez en 7 años.
La visita de Netanyahu a Estados Unidos comenzará con una visita a Silicon Valley, donde se reunirá con Elon Musk, consejero delegado de X (antes Twitter), y hablará de tecnología de inteligencia artificial.
Su agenda también incluye reuniones con el canciller alemán, Olaf Scholz, tras el acuerdo para el sistema de defensa antimisiles Arrow 3 a Alemania, y con el presidente surcoreano, Yoo Suk Yeol.
Las organizaciones de protesta contra la reforma judicial también se están preparando para la visita de Netanyahu, planeando un Día de la Disrupción en San Francisco y afirmando que se espera "la mayor manifestación fuera de Israel" durante su discurso en la ONU.
Primer discurso de "Bibi" frente a la ONU en cinco años
El discurso de Netanyahu en la Asamblea General de la ONU será su primer discurso en persona allí desde 2018. En 2019, el entonces ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, fue quien pronunció el discurso, un año después, Netanyahu envió un discurso grabado debido a la pandemia de COVID-19. En 2021, el entonces primer ministro Naftali Bennett pronunció el discurso, y el año pasado fue Yair Lapid quien se dirigió a la ONU.
La delegación israelí consiguió convencer al secretario general de la ONU de que asignara a Netanyahu una sala de debate cerrada dentro del edificio para sus reuniones por motivos de seguridad, incluidas algunas con Zelensky, Erdogan, Scholz, Yoo Suk Yeol y el secretario general de la ONU, Guterres.
El asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, dijo en Rosh Hashaná que en su conversación con Netanyahu, Biden se centrará en "valores democráticos compartidos entre Estados Unidos e Israel y en la visión de una región más estable, próspera e integrada". Además, manifestó que ambos líderes discutirían planes para tomar medidas contra la amenaza iraní.
No es ningún secreto que Netanyahu quería reunirse con Biden en la Casa Blanca para presentar los negocios como de costumbre tras nueve meses como primer ministro.
Según fuentes cercanas a Netanyahu, la Casa Blanca ofreció fechas para una reunión en el Despacho Oval esta semana, pero no funcionaron por razones técnicas, por lo que se acordó que la reunión tendría lugar en Nueva York.
"Eso es falso", comentó el domingo un alto funcionario estadounidense. "No proporcionamos a Netanyahu fechas para una reunión en la Casa Blanca. Es cierto que algunos asesores de Biden sugirieron que se le invitara a finales de año, pero no se fijó ninguna fecha", agregó.
Los funcionarios estadounidenses añadieron que la preocupación por las protestas de los israelíes ante la Casa Blanca y la celebración de una reunión en este momento, poco después del dramático debate sobre la cláusula de razonabilidad en la Corte Suprema, no es prudente.
"Si la reunión en Nueva York va bien, quizá celebren otra en la Casa Blanca en una fecha posterior", añadió otro funcionario.
¿Camino hacia la normalización con Arabia Saudita?
Este viaje es muy importante para Netanyahu desde varios puntos de vista; en primer lugar están sus reuniones con líderes mundiales.
El más importante de todos ellos es con Biden. Mientras prosiguen los intentos de promover un acuerdo de normalización con Arabia Saudita, es crucial que Netanyahu comprenda si Biden está plenamente comprometido con esta cuestión, porque se trata de una apuesta importante ahora que Estados Unidos entra en un año electoral.
Un artículo del medio de comunicación Elaph afirmaba que los saudíes habían decidido suspender las conversaciones con Israel sobre la normalización debido a que entendían que la actual composición del gobierno israelí no permitiría a Netanyahu hacer concesiones a los palestinos tras la oposición de los ministros Itamar Ben-Gvir y Bezalel Smotrich.
De ser cierto, esto significa un giro dramático.
En los últimos días, parece que los estadounidenses están rebajando sus expectativas sobre el acuerdo, y realmente no están seguros de que sea posible lograrlo. De hecho, un alto funcionario estadounidense comentó a sus homólogos israelíes que las posibilidades de lograr un avance en el acuerdo con Arabia Saudita cayó hasta el 40%.
La reforma judicial también se debatirá en la reunión Biden-Netanyahu. Los estadounidenses siguen insistiendo al primer ministro en que si desea la normalización con Arabia Saudita y la ampliación de los Acuerdos de Abraham debe apagar el fuego en su propio patio trasero.
Por su parte, Netanyahu sacará a relucir la amenaza iraní. Desde la perspectiva del primer ministro israelí, el informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de que Irán revocó los visados de tres de sus inspectores experimentados es importante y sirve al mensaje israelí.
"A Israel no le sorprenden las acciones de Irán, que demuestran que está violando todos sus compromisos con la comunidad internacional y que pretende armarse con armas nucleares", respondió la Oficina del Primer Ministro.
Netanyahu intentará coordinar con Biden las medidas a tomar contra Irán ante sus violaciones centrándose en la disuasión. Sin embargo, durante su visita a la ONU, podría descubrir que el mundo no está realmente interesado en Irán ya que la comunidad internacional está centrada principalmente en la guerra de Ucrania y en la crisis climática.
Otro asunto que probablemente salga a relucir en la conversación de Netanyahu con Biden es la adhesión de Israel al Programa de Exención de Visados de Estados Unidos. Biden, que inició la medida en su reunión con Bennett en 2021, probablemente pondrá al día a Netanyahu sobre la perspectiva de la entrada oficial de Israel en el programa.
Si todo va bien, se espera un anuncio oficial para finales de mes.
Luego, las charlas de "Bibi" con Zelensky y Erdogan también son claves. Netanyahu no se reunió con Zelensky desde el estallido de la guerra hace más de año y medio. Los ucranianos están enfadados y decepcionados con Israel, ya que esperaban que los apoyara enviándoles sistemas de defensa antimisiles.
Netanyahu tendrá que apaciguar el enfado de Zelensky y, lo que es más importante, demostrarle que Israel está dispuesto a cambiar su enfoque y apoyar a Ucrania.
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Disparo de prueba del sistema israelí de defensa antimisiles Arrow 3.
(Ministerio de Defensa)
Para Erdogan, esta será su primera reunión con Netanyahu desde 2016. El líder turco desconfió de Netanyahu y anteriormente dijo que las relaciones entre Israel y Turquía eran débiles por su culpa. Sin embargo, desde la victoria de "Bibi" en las recientes elecciones, Erdogan le dio una nueva oportunidad.
Esta reunión marcará el tono de las futuras relaciones entre ambos países. Erdogan estaría encantado si Netanyahu le dijera que Israel está dispuesto a transferir gas israelí a Turquía como parte de los acuerdos energéticos.
Las reuniones de Netanyahu con los líderes de Alemania y Corea del Sur también son importantes, sobre todo porque su encuentro con Scholz se produce en un momento crucial tras el acuerdo de venta del sistema Arrow 3 a Alemania por un coste de unos 14.000 millones de shekels.
