Los embajadores de Marruecos y Egipto son los únicos diplomáticos de alto nivel, del mundo árabe, que permanecieron en Israel. Después de que retiró a sus enviados que servían en países árabes y musulmanes por motivos de seguridad, esos países retiraron a sus enviados por razones políticas. Los Acuerdos de Abraham, vistos como la marca de un nuevo comienzo para la región, dieron un giro desde el inicio de la guerra.
Mohamed Al Khaja, el embajador de los Emiratos Árabes Unidos en Israel, cumplió con la orden de su gobierno de regresar a casa, pero estuvo visitando Israel con frecuencia para observar la guerra de cerca. Al igual que él, el enviado de Israel a Abu Dhabi, Amir Haik, estuvo haciendo lo mismo. Se trata de una situación sin precedentes, en comparación con las relaciones diplomáticas en otros lugares.
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Mohamed Al Khaja estuvo visitando Israel con frecuencia, para observar la guerra de cerca.
(Ynet)
En los últimos tres años, Marruecos surgió como el que tiene los mejores vínculos con Israel. El turismo prosperó, las conexiones comerciales aumentaron, los intercambios culturales y la cooperación académica crecieron. Al mismo tiempo, a puerta cerrada, se desarrolló la cooperación bilateral en materia de seguridad.
En el otro lado del espectro, las relaciones con Jordania se vieron perjudicadas. Altos funcionarios hablaron contra Israel y reflejaron los sentimientos expresados en las calles del reino vecino, donde se permitieron protestas masivas propalestinas e, incluso, se abrió un restaurante bajo el nombre 7 de Octubre, celebrando la masacre de Hamás. En consecuencia, se cambiaron los nombres de las calles, una de las cuales, incluso, lleva el nombre del hijo de un corresponsal de Al Jazeera que transportaba explosivos al servicio de Hamás.
Pero a pesar de todo eso, y de las declaraciones públicas de condena a Israel hechas por la Reina Rania y el Ministro de Relaciones Exteriores, Ayman Safadi, los lazos de seguridad continúan y la frontera más larga de Israel, hacia el este, todavía está diligentemente protegida por el ejército jordano.
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En Jordania se abrió un restaurante bajo el nombre 7 de Octubre, celebrando la masacre de Hamás.
(Alaa Al-Sukhni / Reuters)
Las relaciones con Egipto son un asunto diferente. Incluso durante la guerra, Israel y Egipto cooperaron en cuestiones de seguridad, pero el público egipcio, que había sido indiferente a la situación en Israel, después de las atrocidades de octubre, ahora comenzó a violar prohibiciones explícitas y a manifestarse, portando carteles que condenan a los "sionistas".
Pero los pocos israelíes que visitan Egipto, estos días, elogian los esfuerzos del jefe de inteligencia egipcio, Abas Kamal, que estuvo mediando en las negociaciones de liberación de rehenes; insisten en que el presidente Abdel Fatah el-Sisi es el mejor líder egipcio que Israel podría esperar y sostienen que Hamás es detestado por las agencias de seguridad del régimen.
Pero una revisión minuciosa de los recientes discursos de El-Sisi revela cuán profunda se volvió la brecha entre los países. Israel, manifestó, acusó falsamente a Egipto de retrasar la ayuda a Gaza. "¿Por qué Egipto se negaría a permitir la ayuda?" preguntó el presidente. "¿Por qué un representante de Israel en la CIJ nos acusaría cuando fue quien retrasó la entrega de ayuda?
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"¿Por qué Egipto se negaría a permitir la ayuda?"
(Agencia de Prensa Saudita / Folleto)
Bahréin le manifestó a un israelí, que había estado viviendo allí durante los últimos dos años, que abandonara el país, después de que la embajada de Israel en Manama fuera evacuada. Los israelíes también están abandonando Dubai y Abu Dhabi, incluidos turistas y personas que están allí en viaje de negocios, prometiendo regresar, tan pronto como las cosas se calmen.
Las naciones árabes, que tienen vínculos diplomáticos con Israel o que normalizaron relaciones, incluida Arabia Saudita, están esperando que comience una era posterior a Netanyahu. El primer ministro es considerado el mayor responsable de la crisis y en las conversaciones comenta, cuando se le pregunta qué pasaría entonces, "Dios es grande", con una sonrisa.
