Estados Unidos expresó el martes su fuerte oposición a los planes de Israel de avanzar en la construcción de miles de unidades de vivienda en sus asentamientos de Cisjordania. El Departamento de Estado de Estados Unidos calificó la medida como "inconsistente con los esfuerzos para reducir las tensiones y fue perjudicial para las perspectivas de una solución de dos estados".
La administración del presidente estadounidense Joe Biden también pidió aclaraciones sobre la designación, por parte del Ministerio de Defensa, de seis organizaciones de la sociedad civil palestina como facilitadoras del terrorismo.
Estos dos acontecimientos plantean la pregunta: ¿Ha terminado el período de luna de miel entre las administraciones de Biden y Bennett?
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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, recibió en la Casa Blanca al primer ministro de Israel, Naftalí Bennett.
(GPO)
Mientras tanto, Israel envió a representantes del Ministerio de Relaciones Exteriores y la Agencia de Seguridad Shin Bet a Washington, para proporcionar a los funcionarios de la administración los datos de inteligencia que motivaron la decisión del Ministerio de Defensa.
El gobierno afirma que las organizaciones eran afiliadas al Frente Popular para la Liberación de Palestina, un grupo terrorista responsable de ataques violentos contra israelíes, y que las ONG fueron utilizadas para lavar fondos y financiar la actividad del PFLP.
Después de que Gantz anunciara su decisión el viernes, el portavoz del Departamento de Estado, Ned Price, afirmó que Estados Unidos no había sido informado antes de la medida. Funcionarios locales dijeron que la información fue transmitida a funcionarios de seguridad del Shin Bet y el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Los funcionarios de Defensa esperaban una reacción violenta sobre la designación, principalmente de las naciones europeas que financian a los grupos palestinos, pero no por parte de los Estados Unidos.
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Funcionarios de la Unión Europea, reunidos con las ONG palestinas declaradas como "organizaciones terroristas" por Israel.
(Delegación de la UE en Cisjordania )
Los funcionarios de Defensa esperaban una reacción violenta sobre la designación, principalmente de las naciones europeas que financian a los grupos palestinos, pero no por parte de los Estados Unidos.
Una fuente de alto nivel dijo informó que todos los países europeos a los que se acercó Israel suspendieron la financiación, una medida que indica que eran conscientes de la gravedad de las afirmaciones israelíes.
La fuente también señaló que en algún momento los estadounidenses se ofrecieron a coordinar con Israel y la UE los esfuerzos para interrumpir la financiación del terrorismo.
Israel se sorprendió por la respuesta de Estados Unidos. Había mantenido a los funcionarios estadounidenses informados sobre sus intenciones y, además, Estados Unidos no ha financiado a los grupos palestinos.
El subdirector general de Asuntos Estratégicos del Ministerio de Relaciones Exteriores, Joshua Zarka, señaló que su última conversación sobre el asunto fue cuando informó al coordinador interino de lucha contra el terrorismo del Departamento de Estado, John Godfrey, el jueves.
"Quizás debería haber habido una sesión informativa más completa", dijo Zarka en una entrevista con la Radio del Ejército de Israel, "El ministerio busca reparar cualquier percance para garantizar que no haya malentendidos en el futuro. La relación con Estados Unidos es importante y no queremos que los estadounidenses sientan que no son nuestros socios en este sentido", añadió.
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Benny Gantz, ministro de Defensa de Israel, en su última visita a Estados Unidos, cuando se entrevistó con el secretario de Estado, Antony Blinken.
(AP)
El puesto de coordinador de Lucha contra el Terrorismo se ha reducido de rango y ahora es parte de la respuesta del Departamento de Estado en temas de derechos humanos, una posible razón que podría explicar por qué la información recibida no fue puesta en conocimiento de más altos funcionarios.
Aun así, la respuesta oficial es desconcertante y podría ser un indicio de un problema más profundo en las relaciones bilaterales y un signo de la creciente frustración en Washington con la política de Israel hacia los palestinos.
Algunas fuentes señalaron que esa frustración es el resultado de las crecientes críticas a Israel por parte de los miembros más progresistas del Partido Demócrata.
Algunos miembros del Congreso expresaron su descontento con la medida de Israel, entre ellos Betty McCollum, de Minnesota, presidenta del Subcomité de Defensa de la Cámara de Representantes, quien ha sido una crítica abierta de Israel. McCollum firmó dos proyectos de ley para limitar la ayuda militar a Israel debido a su presunto abuso de los palestinos, y publicó en Twitter sus críticas a la reciente acción israelí.
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Rashida Tlaib e Ilhan Omar, representantes demócratas, del ala más progresista, críticas de Israel.
(Reuters)
"Nos oponemos firmemente a la expansión de los asentamientos, que es completamente inconsistente con los esfuerzos para reducir las tensiones y asegurar la calma, y daña las perspectivas de una solución de dos estados"
Ned Price
Mientras tanto, el anuncio hecho a principios de esta semana por el ministro de Vivienda, Zeev Elkin, sobre la construcción de 1.300 viviendas para colonos en Cisjordania se produjo después de que Estados Unidos instara al nuevo gobierno de Bennett a que se abstuviera de realizar una construcción en los asentamientos.
El encargado de negocios en la Embajada de Estados Unidos en Jerusalem, Michael Ratney, llamó el martes al asesor político de Bennett, Shimrit Meir, para expresar el descontento de Estados Unidos con la construcción planeada.
Price también abordó el asunto en su sesión informativa diaria del martes. "Nos oponemos firmemente a la expansión de los asentamientos, que es completamente inconsistente con los esfuerzos para reducir las tensiones y asegurar la calma, y daña las perspectivas de una solución de dos estados", dijo Price.
Otro asunto que desafía las relaciones entre Estados Unidos e Israel es la intención de la administración Biden de reabrir su consulado en Jerusalem, cerrado durante la presidencia de Donald Trump, para atender las necesidades de los palestinos.
De todas formas, los representantes diplomáticos de ambos países acordaron trabajar de manera conjunta para estudiar la instalación o no del consulado estadounidense en Jerusalem.
