Una de las primeras reglas que se les enseña a los historiadores es cómo fundamentar sus afirmaciones, mediante deducciones y conclusiones basadas en hechos y no en ideas o puntos de vista políticos. Para construir una narrativa histórica válida, deben recopilar todos los hechos a su disposición, no sólo aquellos que respaldan sus hipótesis o ideas.
Esta primera y básica lección estuvo ante nosotros mientras leíamos y escuchábamos los comentarios de profesores universitarios sobre la masacre del 7 de octubre, en Europa y Estados Unidos.
Escuchamos a los profesores afirmar ante sus estudiantes y ante el mundo que el día en que Hamás cometió sus atrocidades fue un día de liberación, un día notable en la lucha. Nos sorprendió leer textos de algunos de esos académicos, entre ellos judíos e israelíes que enseñaban en el extranjero, que subvertían la realidad, afirmando que Israel estaba cometiendo crímenes de guerra, crímenes contra la humanidad y limpieza étnica en Gaza, que podrían conducir al genocidio.
La afirmación de genocidio es refutable. La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 establece que los perpetradores de genocidio tienen la intención de destruir total o parcialmente a un grupo nacional, étnico o religioso o una religión, como tal.
Desde el inicio de la guerra, Israel declaró que tenía dos objetivos: eliminar las capacidades militares de Hamás y devolver a los rehenes. Esos objetivos diferencian claramente entre la población civil de Gaza y el grupo terrorista Hamás.
Hamás no es un grupo nacional, étnico o religioso ni una raza. Es una organización terrorista que forma parte del eje iraní
Hamás no es un grupo nacional, étnico o religioso ni una raza. Es una organización terrorista que forma parte del eje iraní. No existe correlación entre el término genocidio y la guerra contra un grupo terrorista. En cambio, Hamás ha declarado públicamente su intención de destruir a Israel.
Otra afirmación que se ha hecho fue que la respuesta de las FDI a las atrocidades de Hamás es desproporcionada. Pero, ¿cuál es una respuesta proporcionada al asesinato, la violación y el abuso brutales, a la quema viva de personas y a la decapitación de bebés? ¿Dónde termina la responsabilidad de un Estado de proteger a sus ciudadanos cuando lucha contra una organización terrorista que ha cometido crímenes tan atroces, utiliza escuelas, hospitales, instalaciones de la ONU y mezquitas como cobertura y a sus propios ciudadanos, así como a los rehenes, como escudos humanos?
¿Cuál es una respuesta proporcionada al asesinato, la violación y el abuso brutales, a la quema viva de personas y a la decapitación de bebés?
Esos eruditos conferenciantes afirman que el uso por parte de los políticos israelíes de términos como "animales humanos" al describir a los terroristas de Hamás, estaban deshumanizando a su enemigo, lo que podría ser –como ha enseñado la historia mundial– el primer paso hacia el genocidio.
Aparte del hecho de que la despreciable masacre llevada a cabo por Hamás les ha valido términos tan descriptivos, los políticos que los utilizaron en referencia a los asesinos de Hamás y no a los residentes de Gaza en su conjunto, lo que hace que el término genocidio, una vez más, sea irrelevante.
La afirmación de "limpieza étnica" también carece de fundamento en la realidad. Esos eruditos académicos basan su afirmación en la expulsión de civiles en Gaza de las zonas del norte al sur de la Franja. Esto no es prueba de una limpieza étnica, sino más bien un intento de las FDI de limitar las víctimas civiles.
En sus afirmaciones, no se mencionan los corredores humanitarios abiertos para que la población abandonara las zonas afectadas hacia la seguridad del sur, incluso cuando los francotiradores de Hamás intentaban impedir su fuga. La afirmación también ignora los camiones de ayuda que transportan diariamente artículos de primera necesidad a la Franja. Muchos de estos camiones son robados por miembros de Hamás que se llevan su contenido para que lo utilice Hamás en lugar de los civiles a quienes se proporcionó la ayuda. Los terroristas también venden la ayuda a los civiles de Gaza a precios exorbitantes, aunque debían distribuirse de forma gratuita.
Esos investigadores académicos siempre ven a Israel como el agresor culpable, incluso cuando permite la entrega de ayuda a Gaza mientras más de 130 rehenes siguen cautivos, entre ellos mujeres, niños y ancianos, algunos con salud precaria, y a la Cruz Roja se le niega el acceso a a ellos.
Esos investigadores académicos siempre ven a Israel como el agresor culpable, incluso cuando permite la entrega de ayuda a Gaza mientras más de 130 rehenes siguen cautivos
El sufrimiento en Gaza es inmenso y probablemente no mejorará en el futuro inmediato, pero es vital reconocer que Hamás es responsable de crear lo que se ha convertido en una crisis humanitaria intolerable.
En las afirmaciones de los conferenciantes falta cualquier mención a la destrucción sistemática de las zonas industriales establecidas por Israel en la frontera para proporcionar empleo a los residentes de Gaza. Estas áreas fueron símbolo de convivencia y fuente de ingresos para miles de familias.
Durante los 18 años de gobierno de Hamás en Gaza, el grupo terrorista podría haber optado por invertir los millones de dólares que fluyen hacia la Franja para proporcionar una vida mejor a la población en lugar de construir una infraestructura terrorista, acumular cohetes, construir túneles subterráneos y difundir el odio.
Las entrevistas concedidas por altos miembros del grupo terrorista antes y después del 7 de octubre revelan que Hamás no sólo busca destruir a Israel sino que está dispuesto a sacrificar a su propio pueblo en aras del Islam radical y la Jihad.
(1) La profesora Dina Porat es profesora emérita de historia judía moderna en el Departamento de Historia Judía de la Universidad de Tel Aviv e historiadora principal de Yad Vashem.
(2) Tuvia Friling es profesora titular emérita del Instituto Ben-Gurion para el Estudio de Israel y el Sionismo
(3) La profesora Liat Steir-Livny es profesora asociada en el Sapir Academic College y la Open University de Israel.