Desde "limpiar" libros de texto escolares llenos de odio hasta un sermón religioso que desafía los tabúes, Arabia Saudita aspira a tener otro tipo de normalización después de negarse a establecer relaciones formales con Israel: la coexistencia con los judíos.
Arabia Saudita ha afirmado que no seguirá los pasos de sus aliados Bahrein y los Emiratos Árabes Unidos en el establecimiento de relaciones diplomáticas sin una resolución al problema palestino, a pesar de mantener lazos clandestinos con el Estado judío.
Alcanzar un acuerdo con Arabia Saudita, una potencia árabe y epicentro del islam, sería el premio diplomático definitivo para Israel, pero el reino teme que sus ciudadanos, que simpatizan con la causa palestina, no estén listos para aceptar la normalización de relaciones con el Estado judío.
Arabia Saudita, sin embargo, busca cambiar las percepciones públicas sobre los judíos, una comunidad que durante mucho tiempo ha sido denigrada por el sistema clerical y los medios de comunicación del reino, sentando las bases para un eventual reconocimiento.
Los libros de texto escolares, una vez conocidos por denigrar a los judíos y otros no musulmanes como "cerdos" y "simios", están siendo revisados como parte de la campaña del príncipe heredero Mohammed bin Salman para combatir el extremismo en la educación, señalan las autoridades.
"El gobierno del reino también ha decidido prohibir el menosprecio a judíos y cristianos en las mezquitas", sostuvo el analista saudita Najah al-Otaibi. "La retórica antijudía era común en las oraciones de los viernes de los imanes en las mezquitas que se usaban para dirigirse a los musulmanes de todo el mundo", agregó.
En un sorprendente cambio de rumbo, un predicador en la ciudad santa de La Meca desató una fuerte polémica en las redes sociales este mes cuando habló de las relaciones amistosas del profeta Mahoma con los judíos para defender la tolerancia religiosa.
El sermón fue realizado por Abdulrahman al-Sudais, el imán de la Gran Mezquita de La Meca, que en el pasado generó controversias por opiniones fuertemente antisemitas.
Mohammed al-Issa, un clérigo saudita que encabeza la Liga Mundial Musulmana, fue elogiado por Israel en enero después de viajar a Polonia para los eventos que marcaron 75 años desde la liberación del campo de exterminio nazi de Auschwitz.
A principios de este año, el reino anunció la proyección de una película con temática del Holocausto por primera vez en un festival de cine, antes de que fuera cancelada debido a la pandemia del coronavirus.
El reino también ha optado por acercarse a importantes personalidades judías. De hecho, en febrero de este año, el rey Salman recibió a un rabino de Jerusalem, David Rosen, por primera vez en la historia moderna.
"En referencia a la normalización de las relaciones entre Arabia Saudita e Israel, no se trata de una cuestión de si ocurrirá, sino de cuándo sucederá”, manifestó Marc Schneier, un rabino estadounidense asesor del rey de Bahrein y que mantiene estrechas relaciones con líderes del Golfo.
"Parte del proceso que todos los países del Golfo tienen que llevar a cabo, y de hecho están atravesando en el camino hacia la normalización, es primero impulsar lazos más cálidos entre musulmanes y judíos y luego avanzar más audazmente para discutir sobre los vínculos entre Israel y el Golfo", agregó.
En declaraciones para Ynet Español en agosto, Schneier manifestó que "la nueva generación de autoridades en Arabia Saudita está enviando señales de que se diferencia de la anterior, y que está más abierta a alcanzar un acuerdo con Israel.
Arab News, el principal diario en inglés del reino, provocó una fuerte polémica en las redes sociales el fin de semana cuando cambió brevemente su banner en Twitter y Facebook con un saludo en hebreo para Rosh Hashaná, el año nuevo judío.
El periódico publicó recientemente una extensa serie sobre los judíos del Líbano y planea lanzar una producción similar sobre una antigua comunidad judía que vivía en lo que hoy es Arabia Saudita.
El editor del periódico, Faisal Abbas, dijo a la AFP que la cobertura "no estaba vinculada a Israel", sino que tenía como objetivo conectarse con "judíos árabes en todo el mundo".
La cobertura marca un cambio para los medios de comunicación estrictamente controlados por el gobierno.
Los medios de comunicación sauditas solían calificar al Estado judío de enemigo "sionista", pero elogiaron en gran medida los acuerdos alcanzados recientemente con Emiratos Árabes Unidos y Bahrein.
Dos series televisivas transmitidas durante el mes de ayuno del Ramadán en la red MBC, controlada por Arabia Saudita, alimentaron las especulaciones sobre el discreto acercamiento entre el reino e Israel.
En una controvertida escena en uno de los programas, "Exit 7", un personaje saudita ignora el tabú de hacer negocios con Israel, afirmando que los palestinos son el verdadero "enemigo" por insultar al reino "día y noche" a pesar de décadas de apoyo.
Estas situaciones reflejan que el reino no se opone a la normalización con el Estado judío después de haber apoyado resueltamente a los palestinos política y financieramente durante décadas, indican los observadores.
Pero Israel formalizando relaciones con gobiernos árabes no electos "no es lo mismo que Israel haciendo la paz con el pueblo árabe", sostuvo Giorgio Cafiero, director ejecutivo de Gulf State Analytics.
Los datos de una inusual encuesta de opinión pública saudita publicada el mes pasado por el Washington Institute for Near East Policy sugieren que muchos ciudadanos del reino no están a favor de un acuerdo.
A pesar del acercamiento de los medios de comunicación sauditas a israelíes y judíos, "sólo el nueve por ciento de los sauditas" estuvo de acuerdo en que aquellos que quieren mantener relaciones comerciales o deportivas con israelíes deberían poder hacerlo, según David Pollock, miembro del Instituto.
"¿Qué paz? ¿Paz después de todo lo que (Israel) ha hecho, la matanza y la guerra?", declaró a AFP Bader, un joven saudita, en Riad. "Es difícil que esto (la normalización entre Israel y Arabia Saudita) suceda. No lo apoyaré", agregó.
Sin embargo, Mohammad Saud, un famoso blogger saudita que suele apoyar a Israel y al primer ministro Benjamín Netanyahu en las redes sociales, declaró en una entrevista para Ynet Español en enero que a pesar de su postura, no recibe amenazas dentro de su país, donde, según él, "la mayoría de las personas tiene una imagen positiva de Israel y los judíos". No obstante, señaló que aún hay mucho antisemitismo en el mundo islámico debido a que a mucha gente "se le lava el cerebro con relatos falsos". Saud añadió que para acabar con el odio a los judíos "lo que se debe hacer es educar adecuadamente a las personas. Todo comienza con la educación".