A mí me parecía alguien cualquiera. No destacaba, no llamaba la atención cuando llegaba. No parecía tener ninguna marca distintiva especial. Yahya Sinwar me parecía un hombre sencillo. Siempre con una camisa gris, o azul claro.
Cuando fui a entrevistarlo, me dijo que yo, como ciudadana italiana, podía decidir sobre mi vida, qué hacer, dónde estar, qué estudiar. Pero si eres palestino, me dijo, la vida decide por ti. La ocupación decide por ti. Luego, cuando lo conocí, todavía estaba hablando de los niños en la playa de Gaza y dijo que quería que soñaran con convertirse en jugadores de fútbol y médicos. Pero estos niños sólo han vivido guerras. Después de 22 años en una prisión israelí, me dijo que acababa de cambiar de prisión y que todavía estaba en prisión.
En esa entrevista de 2018, me dio un gran titular, diciendo que "no quiere más guerras". Parecía que había pasado toda una vida, un mundo entero desde entonces. Y nunca sabremos si Yahya Sinwar fue honesto conmigo entonces, y cambió de opinión cuando vio lo que estaba sucediendo con los Acuerdos de Abraham, como muchos afirman. Cuando se dio cuenta de que estaba perdiendo su relevancia, fue arrinconado. O, según el análisis de muchos otros, que lo que hizo fue sólo una táctica, un engaño, cuando ya estaba planeando el 7 de octubre en detalle.
Pero al final, ¿qué diferencia hace ahora? Como no temer que si hay un alto el fuego ahora, para Hamás será una excusa para reagruparse, ahora que las últimas imágenes de un Sinwar polvoriento, con sus últimas fuerzas, con una mano herida, tratando de lanzar una tabla al avión no tripulado de las FDI. Para los árabes, ya se ha convertido en un ícono. Un nuevo ícono como el Che Guevara, y todo el mundo en Israel promete que nunca se rendirán.
Pero la verdad es que, al final, este tablón de madera sigue siendo un tablón de madera. Porque la última imagen es también su opuesto. Y recuerda al famoso cuadro en el que Sinwar se sienta con una mirada petulante y desafiante en el sofá entre las ruinas, como si estuviera en un trono, como un rey. Rey de la Desgracia y el Desastre, Rey del Desastre del 7 de Octubre. Causó lo que causó no porque fuera un genio militar, sino sólo porque detrás de los muros desaparecieron las FDI, y también porque no recibió la intervención y la ayuda de la unidad de los árabes, en los que tanto confiaba y en los que confiaba. Incluso en Cisjordania, no consiguió el levantamiento que tan desesperadamente buscaba. Y al final lo que consiguió fue precisamente eso.
Quédate con un tablón de madera en la era de los drones. Volvió a Gaza a la Edad Media. Quería que la ocupación terminara, o que Israel terminara y desapareciera. Pero al final fue Gaza. ¿Qué imagen quedará grabada en la conciencia palestina?
Un alto el fuego no será el momento en que todo termine, sino el momento en que todo comience. Israel tendrá que decidir qué va a pasar con los niños de Gaza, los que se quedarán en la playa y mirarán el mar mientras Gaza está en llamas.
First published: 14:44, 31.10.24