El Shin Bet insistió en que las FDI continuaran su actividad en la zona donde Yahya Sinwar fue finalmente asesinado –no lejos del túnel donde fueron asesinados los seis secuestrados en Rafah–, porque se suponía que allí era donde estaban los líderes, a veces incluso en la superficie. Esa suposición finalmente encajó. Sin embargo, junto con la satisfacción e incluso la alegría por la eliminación del asesino Yahya Sinwar, hay que estar conscientes de los desarrollos que pueden resultar de la nueva situación que se ha creado, y no todos son positivos. Movimientos, incluso publicaciones descuidadas por parte de Israel en este momento podrían, por ejemplo, poner en peligro a los secuestrados que aún están en poder de Hamas, la Jihad Islámica y los grupos armados y familias en Gaza.
El hecho de que Sinwar no haya sido asesinado por un intenso ataque aéreo, sino por un enfrentamiento cuerpo a cuerpo con las fuerzas israelíes, puede ser de cierto consuelo para sus seguidores fanáticos, y esto puede afectar indirectamente al trato que dispensan a los secuestrados. Pero la pérdida de un líder religioso carismático como Sinwar también podría llevar a la incitación y a ataques de venganza por desesperación entre los gazatíes, que lo veían como un símbolo religioso, y tal vez incluso como una figura mesiánica. La preocupación inmediata en este momento es el destino de los secuestrados, que están en manos de entidades privadas u organizaciones terroristas que son difíciles de predecir cómo van a reaccionar.
La cuestión del heredero
Lo que se puede decir con certeza es que los acontecimientos en todas las áreas en el futuro cercano y lejano estarán influenciados por la identidad del sucesor de Sinwar como líder de Hamás en la Franja de Gaza y jefe de la oficina política de la organización. Debe haber una sola parte en la Franja de Gaza con la que existan canales de comunicación y cuya decisión sea aceptada por todas las organizaciones, especialmente por los miembros de Hamás que tienen secuestrados. Si la persona que reemplaza a Yahya Sinwar es su hermano Muhammad se puede suponer que está al tanto de los métodos de comunicación que su hermano tenía con el mundo exterior y con los líderes de Hamas con sede en Doha, la capital de Catar. Por lo tanto, los egipcios y los cataríes podrán ponerse en contacto con él. Sin embargo, es dudoso que Mohammed Sinwar tenga la misma autoridad que su hermano y que pueda impedir la "privatización" de la detención de los secuestrados por parte de las familias y los grupos armados que los mantienen. Cada una de estas entidades puede tener sus propias ideas sobre cómo usar la tarjeta de los secuestrados para servir a sus propios intereses o visiones del mundo.
Otra figura que se cree que reemplazará a Yahya Sinwar es el comandante de la Brigada de Gaza, Izz a-Din Haddad. Es uno de los pocos supervivientes de la cúpula (Estado Mayor) de las Brigadas Izz al-Din al-Qassem, que fue eliminada en su mayor parte. Haddad es considerado una figura carismática que sobrevivió a varios intentos de asesinato por parte de Israel. Si toma el lugar de Sinwar, el impacto en el destino de los secuestrados podría ser diferente. Debido a que Haddad nació en el norte de la Franja de Gaza y es considerado el comandante del norte de la Franja de Gaza, incluida la ciudad de Gaza, que está bajo ataque y asedio por parte de las FDI, puede ser un socio más conveniente para negociar el destino de los secuestrados a cambio de indulgencia para los residentes del norte de Gaza. Esto contrasta con Muhammad Sinwar, quien fue el comandante de la brigada de Khan Younis, y es conocido por su crueldad y su seguimiento constante y fanático de los pasos de su hermano.
Pero, por otro lado, no está claro si Haddad tiene los mismos medios de contacto que Sinwar con el liderazgo extranjero de Hamas, y no está claro si los diversos elementos que tienen en su poder a los secuestrados le obedecerán o verán a los secuestrados como su propiedad privada. Sin embargo, la muerte de Yahya Sinwar también podría tener un impacto positivo en el destino de los secuestrados, si los que los tienen en su poder entienden que su destino será el mismo que el suyo, si no se apresuran a llegar a un acuerdo con Israel.
Otra cuestión que necesita aclaración es la cuestión de cómo el asesinato de Sinwar afectará el logro de los objetivos de la guerra, y si acercará su fin en condiciones que proporcionen seguridad y un sentido de seguridad a los residentes del sur de Israel. En este contexto, la muerte de Sinwar sin duda asestará un golpe a la moral de los terroristas de Hamás, y en el mediano plazo provocará una fuerte disminución en su motivación para seguir luchando. Yahya Sinwar fue una figura religiosa islámica mítica, y este hecho, como lo demuestra la experiencia, tiene un gran efecto motivador en los creyentes que siguieron sus pasos. En el pasado, por ejemplo, la Jihad Islámica sufrió un duro golpe tras el asesinato de su líder Fathi Shikaki en Malta en la década de 1990. La organización no se recuperó de esto durante diez años, y casi no llevó a cabo ataques contra Israel. Algo similar le sucedió a ISIS en Irak tras el asesinato de Abu Bakr al-Baghdadi, lo que provocó que los operativos de ISIS se retiraran de la mayoría de los territorios que ocupaban.
La expulsión de Sinwar también puede hacer que la mayoría de los desplazados de Gaza, que se apiñan en condiciones desfavorables en los refugios junto al mar en Mawasi, se atrevan a levantarse contra Hamás, que les roba la ayuda humanitaria y la utiliza para financiar sus actividades. Como se ha señalado, la reacción de la calle de Gaza y la motivación de los activistas de Hamás estarán influenciadas por la identidad del posible sucesor. Mohammed Sinwar, apodado "Abu Ibrahim" en honor a su padre, es tan temerario y despiadado como su hermano, aunque su carisma es menor. En ese momento, se lo mencionó como el sucesor de Mohammed Deif, después de que fuera asesinado junto con el comandante de la Brigada Khan Younis. A diferencia de Haddad, no goza de autoridad ni de estatus público, y en cualquier caso no está claro si alguno de los dos logrará imponer su autoridad en la Franja de Gaza de tal manera que Hamás aún pueda mantener su control civil sobre grandes partes de ella.
Si el sucesor designado no logra imponer la ley y el orden en Gaza y la ayuda humanitaria, podría conducir a la somalización de la Franja de Gaza y al caos total. Esta situación constituye un desafío para Israel y una amenaza para las fuerzas de las FDI, pero también se transforma en una oportunidad para entrar en el vacío creado por el liderazgo de Hamás y provocar el colapso final del grupo terrorista en la Franja de Gaza.
Impacto en Irán
Después del asesinato de Ismail Haniyeh, Yahya Sinwar fue nombrado recientemente jefe de la oficina política de Hamás. La cuestión más importante en este contexto es si la organización sin ella seguirá manteniendo estrechos vínculos con los líderes de los ayatolás en Teherán. Durante la guerra civil en Siria, hubo mucha mala sangre entre Hamás –una devota organización religiosa sunita– y los ayatolás de Teherán y Bashar Assad, el gobernante de Siria, que son chiítas. Hamás fue expulsado de Damasco, donde Khaled Mashaal era el jefe de la oficina política, porque no quería ponerse del lado del chiíta Assad, que había dado refugio a la sede de Hamás en Damasco. Entre los líderes de Hamas que se encuentran actualmente en Doha, uno de los principales candidatos para reemplazar a Sinwar como jefe de la oficina política es una vez más Khaled Mashaal, quien todavía se opone a lazos demasiado estrechos con Irán. Si esto continúa, Hamás puede dejar de ser colaborador y miembro de la alianza de poder del régimen de Teherán y el "eje del mal" chiíta.
La perspectiva teórica de reanudar las negociaciones puede influir en las consideraciones en Israel con respecto a un ataque de represalia contra Irán. Sin embargo, por experiencia, se puede estimar que hasta que no se encuentre un sustituto para Sinwar, abrir las negociaciones y volver a vislumbrar un acuerdo llevará bastante tiempo. Tanto Netanyahu como el establishment de defensa creen que cada día de espera socava el efecto y la legitimidad de las represalias contra Irán, ya que la opinión pública mundial olvidará rápidamente el ataque con misiles de Irán el 1 de octubre. La contra-consideración es que los éxitos deben ser explotados e incluso acelerados, y por lo tanto eliminar a Sinwar podría precipitar un ataque. Y tal vez se le pase por la cabeza al comandante de los Guardianes de la Revolución Islámica, Hossein Salami, que es el siguiente. Khamenei también puede estar sopesando la posibilidad.
Repercusiones en la Autoridad Palestina
Como es sabido, actualmente se están llevando a cabo negociaciones entre la Autoridad Palestina y los dirigentes de Hamás en el extranjero sobre la posibilidad de establecer un gobierno civil en la Franja de Gaza como alternativa a la administración de facto de Hamás. La visión de Yahya Sinwar era que la Autoridad Palestina, liderada por Mahmoud Abbas, regresaría a la Franja de Gaza como un gobierno civil, después de haber sido expulsada de ella en 2007 en un golpe de Estado de Hamás. Abbas se encargaría de la sanidad, la educación y las aguas residuales, mientras que Hamás –según pretendía Yahya Sinwar– sería libre de reconstruir su poderío militar y su infraestructura para poder lanzar otro ataque contra Israel.
5 צפייה בגלריה
Mahmoud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina. ¿Podrá hacer pie en Gaza?
(Reuters)
Si Hamás renuncia ahora por completo a sus posibilidades de sobrevivir como grupo armado dentro de Gaza, el gobierno israelí enfrentará un difícil dilema. Esto se debe a que el primer ministro Benjamín Netanyahu, junto con los partidos de Bezalel Smotrich e Itamar Ben-Gvir, se oponen ideológicamente al control de la Franja de Gaza por parte de la Autoridad Palestina, temiendo que conduzca al establecimiento de un Estado palestino unido en Cisjordania y la Franja de Gaza.
Como se ha señalado, mucho depende de si los operativos de Hamás en la Franja de Gaza lograrán crear un líder alternativo que reemplace a Yahya Sinwar, y de cuál será su identidad. Sólo cuando esta cuestión se aclare será posible empezar a evaluar de manera realista lo que va a suceder. Por el momento, la feliz noticia del asesinato de Sinwar se mezcla con preocupaciones sobre el destino de los secuestrados y la incertidumbre sobre cómo esto afectará, si es que afecta, el final de la guerra en la Franja de Gaza.
