Los servicios de seguridad concluyeron que el policía egipcio que mató a tres soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en la frontera con Egipto era yihadista, pero actuó solo.
Además, según los informes, el terrorista estaba preparado para el ataque y se enteró de los llamados "lagunas de emergencia" o "pasajes logísticos" que existían en el cerco fronterizo y que se encontraban cerrados con esposas de plástico de fácil corte.
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Sargento Ohad Dahan, sargento Ori Yitzhak Illouz y sargento Lia Ben-Nun.
(Portavoz de las FDI)
Las FDI calificaron este hecho como un grave fracaso y en los próximos días pretenden corregirlo reemplazando las cerraduras de plástico por otras de hierro.
Según se supo durante la investigación, el terrorista realizó una recopilación preliminar de información sobre las posibilidades de cruzar la frontera y se llevó consigo un cuchillo, con el que cortó las esposas de plástico que servían como candados en pequeños pasajes de 80 cm de ancho especialmente dejados en la cerca fronteriza, instalada cada pocos kilómetros de diferencia.
Estas "lagunas" fueron diseñadas para emergencias (como perseguir terroristas) o necesidades logísticas.
La investigación mostró, también, que el terrorista logró no solo cruzar la frontera, sino también avanzar un kilómetro y medio tierra adentro. Estaba ubicado a pocos kilómetros de los asentamientos o bases militares israelíes, pero lo suficientemente cerca de los turistas que caminan por la zona.
Además, se confirmó que el terrorista no estuvo presente en la formación matutina en su base, sobre la cual se informó a su comando. Sin embargo, esta información llegó a la parte israelí con gran retraso.
El incidente en la frontera egipcia que mató a tres sargentos de las FDI, Leah Ben-Nun, Uri Yitzhak Iluz y Ohad Dahan, hasta ahora plantea más preguntas que respuestas. En ellos trabaja una comisión especial formada por el mando del ejército.
Según la investigación inicial, los combates cerca de la frontera comenzaron la noche del 3 de junio (alrededor de las 02:30), cuando se frustró un intento de contrabando de drogas por valor de un millón y medio de shekels. Esto sucedió a unos tres kilómetros de la posición, que estaba custodiada a las 21:00 horas por dos militares muertos. El último contacto con ellos fue a las 4:15, pero solo cinco horas después el comandante de la unidad los encontró muertos.
Durante la investigación, se descubrió que el dron detectó a una persona sospechosa (más tarde quedó claro que se trataba de un terrorista) a 1,5 km de la frontera con Israel. Pero nadie respondió a la información. Los sensores de seguimiento, que se suponía que debían informar sobre una violación de la frontera, tampoco funcionaron. Probablemente porque el terrorista aprovechó el corredor seguro reservado para el movimiento del personal de seguridad.
Después de que se descubrió al terrorista del ataque, un destacamento terrestre entró en la batalla, lo que costó otra vida: el sargento Ohad Dahan, que murió durante un tiroteo.
Actualmente, la comisión investiga por qué no se detectó oportunamente la infiltración del terrorista, por qué no se realizó cada hora la comunicación con la posición remota, como lo ordena el instructivo, por qué la Fuerza Aérea no brindó asistencia oportuna y si el mando del comandante de entrar en la batalla sin apoyo aéreo fue correcta.
