Los desiertos suelen considerarse lugares desolados y sin vida por muchos. La Asociación Israelí de Fotografía de la Naturaleza se propuso demostrar que esos estereotipos son erróneos, embarcándose en una misión para mostrar el extenso paisaje desértico de Israel que, de hecho, rebosa vida.
El desierto israelí del Negev está situado al sur del país. Se caracteriza por su terreno rocoso y montañoso interrumpido por cauces de ríos secos, que cobran vida gracias a la vegetación que florece tras las lluvias invernales.
Desde la declaración de la independencia en 1948, el Estado de Israel desarrolló numerosos pueblos y ciudades en la zona. David Ben-Gurion, quien fue el primero de los primer ministros de Israel, vivió en el kibbutz Sde Boker, también situado en el Negev, y se hizo famoso por su deseo de que Israel desarrollara el desierto y lo convirtiera en polo industrial.
La ciudad más grande de la zona es Be'er Sheva, también conocida como la capital del Negev. Se espera que su población alcance los 1,2 millones de habitantes para 2025.
Las fotos tomadas por la Asociación Israelí de Fotografía de la Naturaleza se publicaron en la página de Facebook de la asociación sin ánimo de lucro, fundada para dedicarse a la fotografía de naturaleza en Israel. La asociación también trabaja para preservar el ecosistema y enseñar la flora y fauna locales a los fotógrafos y al público en general.