El pabellón israelí en la prestigiosa exposición internacional de Venecia, que marca su sesenta aniversario, no se abrirá al público general "hasta que se alcance un alto el fuego" y "se llegue a un acuerdo para liberar a los rehenes".
El anuncio fue realizado este martes en nombre de la artista Ruth Patir y las curadoras Mira Lapidot y Tamar Margalit.
En un comunicado de prensa enviado en su nombre, se afirma que el pabellón estará cerrado a los visitantes, pero será posible ver la obra "Lamentaciones", proyectado en la entrada de la exposición a través de una ventana de vidrio transparente. El resto de las obras esperarán “el momento en que el corazón vuelva a abrirse al arte”, según el mensaje difundido.
En la entrada del pabellón habrá un cartel en inglés que dirá: "La artista y las curadoras del pabellón israelí lo abrirán cuando se alcance un alto el fuego y un acuerdo para la liberación de los secuestrados".
"Como artista y educadora, me opongo firmemente a un boicot cultural, pero me resulta muy difícil presentar un proyecto que hable del valor de la vida en una época de terrible desprecio por ella", afirmó Patir, que no canceló su participación en la bienal, pero encontró una manera de expresar su protesta.
"Lo odio", dijo en una entrevista con el "New York Times" sobre su decisión, "pero creo que es importante", remarcó. Luego, añadió que si bien la bienal, que se abre al público en general el sábado y cuya presentación temprana a los medios se abrió este martes, es una gran oportunidad para una artista joven como ella y sintió que cerrar el pabellón era la única acción con fuerza.
"Makonnoth" es un clip de dos minutos y medio en la que el artista utilizó una computadora para animar imágenes de antiguas estatuas de fertilidad. Las estatuas de mujeres, con muchos miembros rotos o faltantes, cobran vida y se mueven, aullando de dolor e ira. Según Patir, quien terminó de trabajar en la pieza este mes, la obra refleja su tristeza por el conflicto en Medio Oriente.
"Ha pasado medio año desde el ataque contra Israel el 7 de octubre, que condujo a la terrible guerra en Gaza, y no hay un final a la vista. Sólo más dolor, más pérdidas, más destrucción. El arte puede esperar, las mujeres, los niños y las personas que viven en el infierno no", explicaron las curadoras.
Una de ellas comentó al New York Times que un llamado a un alto al fuego por parte de un artista que representa al país en un importante evento internacional podría provocar críticas de los legisladores.
El gobierno israelí, que financió aproximadamente la mitad de los gastos del pabellón, no fue informado con antelación sobre la protesta en curso.
La medida se produce luego de que activistas pro palestinos intentaran en vano desde febrero impedir que la Bienal de Venecia permitiera a Israel participar en el evento en protesta por la guerra en Gaza.