A fines de enero y principios de febrero, en 1950, hubo una ola de frío extremo en la llanura costera, y la nieve cubrió muchas áreas del país, incluyendo Tel Aviv. Ya han pasado 70 años, y la escena nunca se ha vuelto a repetir.
El profesor Daniel Rosenfeld, especialista en ciencias atmosféricas, del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Hebrea, indicó a Ynet que la posibilidad de volver a ver nieve en Tel Aviv no es grande. "Es un evento que puede ocurrir una vez cada 100 años –expresó–, la probabilidad de que suceda es de un 1% anual."
El experto se refirió al cambio climático, y a la posibilidad de que el clima extremo cause fenómenos climáticos extraños. "Debido a que el cambio en la cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera cambia el flujo atmosférico en el invierno, aumenta la posibilidad de que el aire polar llegue hasta aquí y acreciente la posibilidad de eventos extraños para nosotros", señaló el profesor Rosenfeld.
Entonces, ¿cuáles deberían ser las condiciones para que las imágenes de hace 70 años se repitan en Tel Aviv? "Hubo una penetración de aire muy frío desde el norte, rara en su intensidad", precisó el experto.
"A medida que aumenta la altitud, la temperatura baja. Entonces, cuando hay 0 grados en Jerusalem, Tel Aviv tiene ocho. Además, la proximidad al mar calienta el aire", explicó Rosenfeld, por lo que una nueva nevada "sería extremadamente rara".
Dror Rosen vivió aquella nevada en la ciudad mediterránea: "Nos levantamos por la mañana, tenía siete años en ese momento, y mi hermano tenía cuatro, vimos todo blanco a nuestro alrededor", relató.
"Nuestra madre, nacida en Polonia, nos dijo: '¡Está nevando!', y la radio anunció que no habría clases, por lo que nos quedamos en casa", recordó Rosen. "Salimos a tocar la nieve, y nos llevamos algo en las manos a nuestro hogar, cuando mamá regresó estaba muy enojada por la travesura que hicimos, pero fue algo único".