Investigadores de la Universidad de Tel Aviv afirman que lograron demostrar que el coronavirus se puede eliminar de forma rápida y económica utilizando diodos emisores de luz ultravioleta (Led UV). Se trata del primer estudio a nivel internacional sobre la eficacia de desinfección de la radiación ultravioleta sobre un patógeno de la familia del coronavirus.
La radiación UV es un método común para matar bacterias y virus utilizado por ejemplo en algunos purificadores de agua. Los investigadores probaron la longitud de onda óptima para matar al coronavirus. Encontraron que una longitud de 285 nanómetros era casi tan eficiente en la eliminación del virus como una longitud de onda de 265 nanómetros. Esto resulta significativo ya que las bombillas LED de 285 nanómetros son mucho más accesibles y económicas.
La líder del proyecto, profesora Hadas Mamane, que dirige el Programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad de Tel Aviv, cree que la tecnología estará disponible para su uso en un futuro próximo. “El mundo entero está buscando soluciones efectivas para desinfectar el coronavirus”, afirma Mamane.
“Un problema es que para desinfectar un autobús, un tren, un polideportivo o un avión mediante pulverización química, se necesita mano de obra y tiempo para que el químico actúe sobre las superficies", explica. "Sabemos, por ejemplo, que el personal médico no tiene tiempo para desinfectar manualmente teclados de computadora y otras superficies en los hospitales, y el resultado son los contagios y el aislamiento en cuarentena de casos estrechos”, agrega.
"Los sistemas de desinfección basados en bombillas LED, sin embargo, pueden instalarse en el sistema de ventilación y el aire acondicionado, por ejemplo, y esterilizar el aire aspirado y luego emitido a la habitación", concluye Mamane.
Según la investigadora, lo crucial del experimento fue descubrir que el virus también murió cuando fue expuesto a bombillas LED más baratas y más disponibles en el mercado, que tienen mayor eficiencia energética y no contienen mercurio.
Con esas características los investigadores creen que la industria podrá, en el mediano plazo, realizar los ajustes necesarios e instalar las bombillas en sistemas robóticos, o de ventilación, aspiradoras y filtros de agua, y así poder desinfectar de manera eficiente grandes superficies y espacios.