Muchas personas deben quitarse las gafas de sol para reemplazarlas por anteojos de lectura para ver más de cerca. La starup israelí Deep Optics, que ha desarrollado las primeras gafas de sol electrónicas, está intentando solucionar este problema. Están equipadas con lentes que pueden cambiar sus propiedades ópticas y llevar a cabo una transición entre la visión de cerca a la visión de lejos, o viceversa, con solo deslizar un dedo por las varillas de las gafas.
Un mundo más hermoso
Las gafas, llamadas 32°N, no son voluminosas y se asemejan a los anteojos clásicos normales. Pesan unos 50 gramos, por lo que se encuentra dentro del rango normal de las gafas de sol normales. Al probar uno de estos modelos sentimos una mejora inmediata en la visión: el mundo que nos rodea se volvió más claro, muy tridimensional y los colores, si bien son más ricos, no pierden naturalidad. La sensación general es la de ver un mundo más hermoso.
Las gafas incluyen una aplicación para teléfonos inteligentes, con la ayuda de la cual se determina la graduación de la lente
Las gafas, como algunas de las pantallas que se venden actualmente en el mercado, están hechas de capas de cristal líquido, un material con propiedades ópticas, que se puede cambiar activando un voltaje bajo. Un pequeño procesador, cuyo trabajo es ajustar los datos de visión del usuario y cambiar el enfoque según sea necesario, se ejecuta sin problemas en las varillas de las gafas. Las lentes en sí son completamente transparentes y permiten una rápida transición entre modos.
Las gafas vienen con una aplicación para teléfonos inteligentes, con la ayuda de la cual se determina la graduación de la lente. Esto, por cierto, puede modificarse cuando cambia el estado de la visión. Por ejemplo, se puede "activar" una lente más potente para leer un texto muy pequeño. Todo esto se hace con la ayuda de comandos eléctricos únicamente y sin partes mecánicas móviles.
Otro parámetro que se puede ajustar electrónicamente es la distancia entre los centros de las lentes. En la fabricación de gafas regulares se mide la distancia entre las pupilas del usuario y se fabrican las lentes de las gafas de manera que los centros de las lentes se coloquen en un lugar fijo frente a las pupilas. Por el contrario, en los anteojos de Deep Optics es posible determinar dinámicamente la distancia entre las lentes a través de la aplicación.
"Empezaremos por el mercado más duro, Estados Unidos, y luego tenemos la intención de expandirnos a otros países"
Yariv Haddad, director ejecutivo de Deep Optics
Según el director ejecutivo de la empresa, Yariv Haddad, esta es una tecnología que también se puede utilizar en gafas de realidad aumentada o realidad virtual. Las lentes de Deep Optics pueden evitar la necesidad de usar anteojos de realidad virtual sobre las gafas, tal como está sucediendo en la actualidad. Los fabricantes de los anteojos podrán programar en el dispositivo la prescripción del usuario, y las lentes especiales que se instalarán en las gafas de se encargarán de adaptarse a los clientes.
Estuche cargador
Las gafas fueron desarrolladas por los tres fundadores de Deep Optics: Alex Alon, físico del Instituto Weizmann; el tecnólogo jefe de la empresa, el doctor Yoav Yadin, y el director ejecutivo Yariv Hadad. La tecnología está protegida por varias patentes. La empresa está ubicada en Petah Tikva y emplea a unas 20 personas.
Deep Optics está lanzando actualmente una campaña de financiación masiva en el sitio web de Kickstarter para recaudar dinero que permitirá llevar a cabo la producción en masa del producto. Los primeros compradores recibirán el desarrollo por 229 dólares, y se estima que el precio final será de 449 dólares. ¿Es un precio alto? En realidad no, especialmente si se compara con los altos precios de las gafas multifocales y, además, se evita la necesidad de cambiar los anteojos cada vez que sea necesario modificar la graduación de las lentes.
El siguiente paso será comercializar las gafas tanto online como en ópticas y farmacias a través de los principales distribuidores de todo el mundo. Haddad expresó: "Empezaremos por el mercado más duro, Estados Unidos, y luego tenemos la intención de expandirnos a otros países". Deep Optics no descarta la posibilidad de integrar la tecnología en las gafas de las principales marcas internacionales del rubro.
Como cualquier dispositivo electrónico actual, las gafas deben cargarse antes de su utilización, con una carga suficiente para al menos un día laborable, dependiendo de su uso. El consumo de energía del dispositivo es bajo y se reduce solo a situaciones en las que se cambia el rango de visión. En Deep Optics consideran la posibilidad de comercializar los futuros modelos junto con un estuche que también servirá como cargador portátil, similar al de los auriculares inalámbricos. Si bien los anteojos no son resistentes al agua, pueden soportar condiciones de humedad, salpicaduras de agua, sudoración, etc.
¿Acaso las nuevas gafas representan una amenaza para parte del mercado tradicional de gafas? En el futuro, ¿los usuarios de anteojos podrán evitar la visita al optometrista y comprar un producto que pueda adaptarse a su visión cambiante?