En un abrir y cerrar de ojos es posible trasladarse desde una sala gris a una ciudad árabe en plena batalla. Y aunque el usuario sepa que se trata simplemente de un dispositivo electrónico, la realidad virtual envuelve, aumenta las pulsaciones y tensa los músculos.
No se trata de un juego electrónico de entretenimiento instalado en un centro comercial, sino de un desarrollo tecnológico de la empresa israelí Simbionix, pensada específicamente para entrenamiento militar. Ynet asistió a una exhibición del producto que se realizó en un sitio cerrado y pequeño ya que el concepto es justamente ese: prescindir de granes terrenos y esfuerzos logísticos para que los combatientes afronten una sesión de entrenamientos realista.
El equipamiento es completo. Indumentaria militar, un cinturón con una pesa para simular las dificultades reales del uniforme, un rifle real adaptado para el simulador y un cartucho para reemplazar las balas cuando se agotan. Las gafas de realidad aumentada poseen auriculares y micrófono para comunicarse con otros soldados que participan de la misma "batalla".
Los escenarios también son diversos. Una ciudad de Irak después de un bombardeo, calles abandonadas, autos en llamas, drones que escoltan las acciones, un local de una sola planta en la que los terroristas armados están cercados y son marcados como objetivo, tanques de las tropas propias a las que se les debe indicar cuándo y dónde disparar. La escena es tan realista como la tensión que se apodera del usuario.
Al final del entrenamiento se siente el cansancio y el sudor pese a que todo ocurrió en un área de tres metros cuadrados. Shaul, el instructor, asegura que los combatientes experimentados que prueban el simulador se sumergen todavía más en el estrés de la realidad virtual.
Fundada en 1997, el campo original de Simbionix era la tecnología de simulación médica para capacitar a cirujanos de todo el mundo. Decidieron apostar a esta iniciativa por sugerencia de empleados de la compañía, que durante su servicio como reservistas probaron los simuladores de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y consideraron que podría lograrse un producto mejorado.
Las pruebas del desarrollo comenzaron el año pasado y la empresa ya la presentó ante las FDI. "Creo que este es el futuro del entrenamiento militar", asegura Boaz Tal, ejecutivo de Simbionix, a la expectativa de que el ejército israelí incorpore un producto que próximamente también será exhibido en eventos militares en Estados Unidos.
"Para enseñarle a una persona a disparar hay que llevarla a un campo de tiro, el valor que agrega la tecnología radica en complejidades que no existen en un entrenamiento regular, como disparar en 360 grados, comunicarse con vehículos terrestres y entrenar la toma de decisiones en una dimensión real", argumentó Tal.
Además, el representante de la marca asegura que el sistema reúne una cantidad de datos muy útil para crear programas de entrenamiento personalizado: "Qué miró el combatiente, hacia dónde se dirigió, su pulso, qué factores le aumentaron la tensión... El cliente puede utilizar toda esa información como herramientas", explicó.