Investigadores israelíes descubrieron en el sur del país una nueva especie de araña que habita en madrigueras del desierto y que no era conocida por la comunidad científica.
La araña, que construye nidos forrados de seda en madrigueras, fue descubierta por investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalem y la Universidad Ben Gurion durante el seguimiento de cinco años de los efectos de los vertidos de petróleo sobre la especie y fue descubierta en el sudeste del valle de Arava.
La araña negra aterciopelada recibió el nombre de Sahastata aravaensis por su hábitat. Pertenece al género Sahastata de la familia Filistatinae, también conocida como la familia de las tejedoras de grietas.
La especie descubierta es la mayor de la familia Filistatinae en Israel y destaca por su color negro aterciopelado. Los investigadores estiman que la esperanza de vida de la araña es de cuatro años (la mayoría de las arañas viven unos dos años), la mayor parte de los cuales los pasa en una madriguera vertical, cubierta de seda.
El estudio realizado analizó cómo afectarían a las poblaciones de arañas dos vertidos de petróleo ocurridos en 1975 y 2014 en el desierto hiperárido y concluyó que los incidentes tienen efectos negativos y duraderos.
Los investigadores también descubrieron que el número de madrigueras de arácnidos en las zonas contaminadas era significativamente menor que el de otras zonas limpias cercanas.
En los experimentos de laboratorio, en los que se hizo elegir a las arañas entre el suelo contaminado y el limpio, la mayoría de las especies eligieron el suelo limpio al final del primer día del experimento.
Sobre el final, los investigadores evaluaron que la nueva especie puede utilizarse como bioindicador de la contaminación persistente del suelo en hábitats desérticos.