Los sistemas antidrones vendidos con anterioridad por la empresa de defensa israelí D-Fend al Departamento de Defensa de EE. UU., y comercializados por Elta North America (ENA), sufrieron varios fallos de funcionamiento, por lo cual 15 fueron devueltos a D-Fend, y al menos dos, utilizados por la Oficina de Apoyo Técnico de Lucha contra el Terrorismo, quedaron completamente inutilizados (pérdida total).
Esto se desprende, entre otras cosas, de una carta, cuyo contenido llegó a Calcalist que fue enviada, a finales de octubre, por el presidente y director ejecutivo de D-Fend, Zohar Halachmi, a Elta, una filial de Israel Aerospace Industries (IAI), propiedad del gobierno. En la carta, Halachmi afirma que sus empleados están trabajando para reparar sistemas de tipo EnforceAir, para que puedan ser prestados al Ministerio de Defensa de Israel "para los fines del esfuerzo bélico", añade, y que "hay una verdadera riesgo de que las averías vuelvan a repetirse". El sistema EnforceAir para neutralizar drones, fabricado por D-Fend y comercializado por ENA en EE.UU., está destinado a uso militar y de seguridad para la protección contra drones, y se instala en vehículos.
Según las empresas, se trata de un sistema independiente que identifica y localiza drones hostiles, toma el control de ellos y los aterriza en una zona segura predefinida. Está diseñado para funcionar sin interrupción de las ondas de comunicación celular, Internet, radio y GPS. El costo de cada unidad del sistema se estima en alrededor de 250.000 a 300.000 dólares.
D-Fend fue fundada en 2017 por Zohar Halachmi, Yaniv Benbenisti y Assaf Monsa. Desarrolló sistemas para neutralizar drones en escenarios de seguridad del Estado, campo que despertó gran interés por parte de organismos militares y de seguridad, en los últimos años. En septiembre de 2019, D-Fend recaudó 28 millones de dólares en una ronda B, liderada por Claridge Israel, con la participación de Vertex Israel. Según la firma de investigación IVC, D-Fend reaudó un total de 32 millones de dólares, hasta la fecha. De acuerdo con el Registro Mercantil, emplea a 170 personas.
De acuerdo con las empresas, se trata de un sistema independiente que identifica y localiza drones hostiles, toma el control de ellos y los aterriza en una zona segura predefinida. El sistema está diseñado para funcionar sin interrupción de las ondas de comunicación celular, Internet, radio y GPS.
Entre los pequeños inversores en D-Fend, según el Registro de Empresas, se encuentra Eric Banoun, quien se desempeñó como vicepresidente de Ventas y Desarrollo Comercial de la división de inteligencia y cibernética de NICE. Como se reveló anteriormente en Calcalist, Banoun fue uno de los comercializadores del sistema cibernético ofensivo Pegasus de NSO, en un país extranjero cuyo nombre fue prohibido por el tribunal. Banoun también era uno de los accionistas de la empresa cibernética israelí Senpai, que Calcalist reveló anteriormente que proporcionaba un sistema de vigilancia utilizado para rastrear a activistas políticos en Malasia, en vísperas de las tumultuosas elecciones en el país en 2018.
En abril de 2019, D-Fend y ENA, una filial de IAI que comercializa productos de defensa en América del Norte, firmaron un acuerdo con el gobierno de EE.UU., en virtud del cual se comprometieron a proporcionar sistemas EnforceAir a entidades dependientes del Departamento de Defensa de EE.UU. (DOD), incluidas el FBI, el ejército estadounidense y la Patrulla Fronteriza estadounidense, además de la CTTSO.
Poco tiempo después, como parte de la cooperación de las dos empresas israelíes con los EE.UU., ENA se comprometió a comprar 80 sistemas EnforceAir de D-Fend, a cambio de 20 millones de dólares.
Según información recibida por Calcalist, desde la venta de los sistemas a EE.UU. y hasta la actualidad, existieron diversas quejas y reclamos sobre mal funcionamiento del sistema, el cual fue desarrollado, entre otras cosas, según las necesidades del Departamento de Estado estadounidense. Esto provocó un amargo conflicto entre D-Fend y ENA sobre la responsabilidad de las averías y los costes de las reparaciones. A la luz de las disputas, como parte de un acuerdo a partir de 2021, y luego de que D-Fend presentara una demanda en EE.UU. para recibir una cantidad de más de 5 millones de dólares de ENA, se acordó la devolución de 15 de los sistemas de ENA a D-Defender.
Sin embargo, la historia no terminó ahí. También se recibieron quejas sobre fallos en los sistemas que actualmente utiliza el CTTSO. En un correo electrónico de julio de 2022, enviado por el representante de las fuerzas especiales estadounidenses, Jason Boutin, líder del programa e integrador de sistemas, al personal de las fuerzas especiales, así como a los representantes de D-Fend, pidió que se explicaran las "preocupaciones que tenemos (el quinto grupo de fuerzas especiales) con respecto al EnforceAir SDR".
Desde la venta de los sistemas a EE.UU. y hasta la actualidad, existieron diversas quejas y reclamos sobre mal funcionamiento del sistema, el cual fue desarrollado, entre otras cosas, según las necesidades del Departamento de Estado estadounidense.
SDR (radio definida por software) es un componente del sistema en el que se descubrieron problemas, según el correo electrónico, durante un entrenamiento en Texas. En la correspondencia, Boutin entró en detalles sobre varias fallas descubiertas en EnforceAir e, incluso, adjuntó fotografías.
Las averías y reparaciones, en los sistemas, provocaron un conflicto entre el fabricante de los sistemas antidrones D-Fend y la comercializadora ENA. En octubre de 2023, según la carta enviada por Halachmi, presidente y director ejecutivo de D-Fend, a Gadi Iloz, jefe de administración de compras y logística de Elta Systems, el conflicto se intensificó.
"Los empleados de D-Fend estuvieron trabajando, día y noche, durante las últimas dos semanas, para reparar y preparar el sistema EnforceAir de Elta, según el acuerdo de conciliación, para el Ministerio de Defensa", escribió Halachmi, quien exigió 1,3 millón de dólares a Elta, tras señalar que "la deuda está directamente relacionada con los sistemas prestados al Ministerio de Defensa para el esfuerzo bélico".
La carta reveló que Halachmi decidió deducir aproximadamente 600.000 dólares de los fondos que se supone que la empresa debe pagar a Elta, por "trabajos de reelaboración que D-Fend realizó en los sistemas EnforceAir, que llegaron a D-Fend", así como por "manejar fallas que fueron descubiertas en dos sistemas, propiedad del gobierno americano". Halachmi añadió que "las averías no fueron solucionadas por parte de la ENA, a pesar de las repetidas peticiones de D-Fend, y existe un riesgo real de que las averías vuelvan a aparecer y se repitan".
D-Fend declaró: "Se trata de reclamaciones infundadas, que se originan en una disputa puramente comercial, que D-Fend demostrará ante los tribunales, mediante una defensa escrita y/o en una demanda. D-Fend es la empresa líder mundial en su campo, con cientos de instalaciones exitosas, con un valor de decenas de millones de dólares anuales en ingresos. Los clientes de la compañía, incluidas agencias de seguridad y gobiernos de todo el mundo, y los aeropuertos más grandes del mundo, expresan plena satisfacción y aumentan constantemente el uso de los sistemas, que demostraron su eficacia, y la propia Elta continúa vendiendo nuestros sistemas a sus clientes, incluso este mes, cuando solicitó un presupuesto que le permitiría vender otro D-Fend, sistema EnforceAir, a sus clientes".
"No existe ninguna relación entre la disputa comercial descrita en este artículo y los sistemas en posesión de las fuerzas de seguridad en Israel o en cualquier otro país. Los sistemas mencionados se refieren a aquellos que fueron proporcionados por Elta North America, a sus clientes en los EE.UU., como se menciona en el artículo. El mal funcionamiento en estos sistemas individuales fue causado por un componente desarrollado por Elta North America, o aquellos que trabajan en su nombre, para una integración realizada por Elta, entre los sistemas D-Fend y otros sistemas Elta", expresó.
IAI respondió: "IAI es una empresa comercial líder que trabaja constantemente para mantener la seguridad del estado, mientras coopera estrechamente con nuestros aliados en todo el mundo. La empresa es cuidadosa y lo seguirá siendo con la calidad de sus productos, y por eso apelamos al sistema judicial; los hechos y detalles serán discutidos y esclarecidos, como es costumbre, en los tribunales”.
No se recibió respuesta del Ministerio de Defensa.