Las Fuerzas de Defensas de Israel plantean por estos días una gran revisión de su arsenal preparada para revolucionar la dinámica del campo de batalla para las unidades de infantería, cuerpos blindados, ingeniería y artillería.
La estrategia militar incluye la adopción de un sistema de armamento único, con especial atención a la mejora de capacidades de soldados de infantería.
Para ello, el Departamento de Producción y Adquisiciones (DoPP) a cargo del Ministerio de Defensa está iniciando una licitación a gran escala para adquirir miles de fusiles de tres fabricantes de armas locales: Silver Shadow, que es el principal productor del fusil Tavor, Emtan con su fusil MZ e Israel Weapon Industries (IWI) con su fusil Arad. Los tres son fusiles de plataforma AR-15.
Tras un exhaustivo proceso de pruebas por parte de las FDI, dos de estos se adjudicarán la licitación. Los nuevos fusiles se basarán en el ampliamente y muy utilizado M4 estadounidense y serán una versión avanzada del Colt M16, con diversos accesorios para mejorar la precisión y capacidades ópticas.
En consecuencia, los fusiles Tavor de fabricación israelí, que en sus incios eran pensados para sustituir a los fusiles estadounidenses hace casi dos décadas pero limitados a su distribución entre tres brigadas de infantería (Givati, Golani y Nahal), se irán retirando gradualmente del ejército israelí.
Como solución, los fusiles Tavor serán reasignados a unidades que no son de infantería, como cuerpos acorazados, artillería y, potencialmente, ingeniería. Además, debido al desgaste sufrido durante la guerra, el DoPP realizó un pedido de aproximadamente 20.000 fusiles M4 y otros 3.000 fusiles Tavor.
El Ministerio de Defensa subraya que los dos fabricantes israelíes que ganen la licitación tendrán que cumplir condiciones estrictas, a pesar de que sus armas ya fueron vendidas con éxito a unidades de seguridad dentro de Israel, incluida la policía y la agencia de inteligencia interna Shin Bet.
"El fusil Tavor se basa en un mecanismo bull-pup, que es menos común en los ejércitos occidentales, menos adecuado para operar bajo ciertas restricciones, y tiene desventajas relativas en combate en espacios cerrados, como hemos visto en los combates en Gaza", comentó a Ynet un alto oficial de las FDI.
"En las pruebas que realizamos se observó que debemos pasar a un sistema de armas unificado porque surgieron grandes lagunas. Principalmente en batallones de reserva que están compuestos por soldados de diferentes unidades", planteó.
La ambición de depender de fusiles Tavor autóctonos marca el tercer intento del ejército israelí en las últimas décadas de lograr la autosuficiencia, tras los fusiles Galil en las décadas de 1970 y 1980 y los Tavors introducidos en la década del 2000, que en ambos casos no alcanzaron los objetivos deseados.
"Esta transición proporcionará una importante flexibilidad de mantenimiento, reducirá las razones para que los soldados pasen del servicio activo a la reserva, establecerá un sistema de suministro estandarizado y generará un ahorro de costes logísticos a largo plazo", explicó el oficial.
"Nuestro objetivo es asignar los nuevos fusiles M4 recibidos de EE.UU. a las fuerzas Givati y Golani este año, permitiéndoles familiarizarse y empezar a utilizar la misma tecnología de armamento que se fabricará en Israel", agregó.
Los fusiles estándar que queden, junto con fusiles M4 que las FDI retiren de forma gradual, se trasladarán a los recién creados arsenales de emergencia del ejército, una práctica poco habitual en diversas unidades de combate.
Como ejemplo, soldados del Mando del Frente Interior pueden verse en el centro de las ciudades equipados con fusiles M16 de más de 50 años de antigüedad. Las FDI creían que este fenómeno ya habría desaparecido, pues habían abandonado el uso de "fusiles largos" hace casi veinte años.
La integración de los nuevos fusiles israelíes en el ejército formará parte de una serie de importantes proyectos de adquisición supervisados por el DoPP.
Como parte de estos esfuerzos, en el ejército israelí planean equipar a todas las tropas de infantería con chalecos tácticos resistentes al fuego, similares a los que ya se entregan a diversas unidades especiales.
Durante las fases iniciales de la guerra, muchos soldados buscaron urgentemente estos chalecos, a menudo a través de donaciones.
Sin embargo, un número considerable de estos chalecos adquiridos resultaron ser falsos, lo que suponía un riesgo mayor que la protección percibida y la apariencia de estar listos para el combate que proporcionaban.
Para solucionar este problema, se puso en marcha un procedimiento único que permite personalizar los chalecos de la empresa israelí Unidress para adaptarlos a las necesidades específicas de cada soldado. Además, cada uno recibirá dos juegos de chalecos y la empresa se encargará del mantenimiento.
Las FDI también adquirieron decenas de miles de cascos nuevos durante la guerra, incluyendo modelos estándar y tácticos. El Ministerio de Defensa pretende estandarizar el equipamiento de todas las tropas en activo y de reserva en el plazo de un año, dejando de depender de las donaciones.
Un proceso similar de armamento doméstico puede estar teniendo lugar en las Fuerzas Aéreas. Hay planes para establecer líneas de producción de bombas de precisión de fabricación israelí, lo que supone un cambio respecto a la anterior dependencia de las grandes compras a Estados Unidos.
En los últimos meses, el DoPP adquirió miles de visores nocturnos para los soldados, algunos de los cuales ya fueron desplegados sobre el terreno.
Además, se están abriendo líneas de producción de emergencia de munición para armas pequeñas de la industria israelí, con una capacidad de un millón de cartuchos diarios para fusiles de asalto y artillería.
