Arqueólogos alemanes descubrieron tres lingotes de cobre de más de 4.300 años de antigüedad en una zona cercana a la ciudad de Ibra, en Omán, mientras excavaban un área donde se encontraba un antiguo asentamiento.
El equipo de investigación permaneció en el país, situado en el sureste de la península arábiga, durante seis semanas mientras realizaba un estudio de campo bajo la supervisión del Ministerio de Patrimonio y Turismo de Omán.
El raro y antiguo descubrimiento arroja luz sobre el estilo de vida de quienes habitaban esa zona en aquella época.
El objetivo de los investigadores era datar el asentamiento y excavar pozos de prueba en el suelo. Pero durante las excavaciones descubrieron tres lingotes de cobre con una antigüedad estimada de más de 4.300 años y un peso aproximado de 1,7 kg cada uno.
Se trata de un hallazgo extremadamente raro, que fue dejado accidentalmente en el lugar donde se encontró, al parecer por los residentes que abandonaron el antiguo asentamiento.
El asentamiento identificado por la pareja de doctorandos de la Universidad Goethe de Frankfurt, Jonas Kluge e Irini Biezeveld, pertenece a la Edad de Bronce Temprana (aproximadamente 2600-2000 a.C.). Durante este periodo, la zona donde hoy se encuentra Omán fue considerada una de las más importantes productoras y proveedoras de cobre de la antigua Mesopotamia.
El cobre se consideraba un bien codiciado, como se documenta ampliamente en los textos cuneiformes de Mesopotamia. Dado que los lingotes de cobre solían procesarse posteriormente para fabricar con ellos herramientas y otros objetos, rara vez se descubrían en excavaciones arqueológicas, más aún cuando se trata del hallazgo en un asentamiento de la Edad del Bronce Temprana.
Los lingotes de cobre tienen una forma plano-convexa típica de la época, que se creaba vertiendo el cobre fundido en una pequeña vasija de cerámica, o crisol. Gracias al descubrimiento de los lingotes de cobre, es posible saber más sobre el papel de Omán en las relaciones comerciales interregionales durante la Primera Edad del Bronce, así como sobre las tecnologías metalúrgicas ya conocidas en aquella época.
La fundición del cobre requería el uso de una gran cantidad de combustible, lo que probablemente supuso un gran reto en una zona árida y de escasa vegetación como Omán. Por lo tanto, las preguntas que quedan abiertas para los investigadores y a las que querrán dar respuesta son cómo se las apañaba la gente de la Edad del Bronce temprana con los escasos recursos de que disponían y si les era posible utilizar esos recursos de forma sostenible.
Varios fragmentos de cerámica de grandes vasijas de almacenamiento de la cultura del Indo que también se descubrieron durante las excavaciones del equipo alemán, aportaron pruebas de que, efectivamente, existían estrechas relaciones comerciales entre el asentamiento descubierto en Omán y el subcontinente indio.
Por lo tanto, parece que incluso un asentamiento pequeño y bastante rural en el centro de Omán formaba parte de un sistema de comercio interregional e intercambio de mercancías.