El judoca iraní Saeid Mollaei protagonizó este viernes un momento histórico, al ganar la semifinal y asegurarse una medalla en el Grand Slam de Tel Aviv, en su primera competencia en territorio israelí.
Hace dos años Mollaei viajó al Campeonato del Mundo de Tokio y nunca volvió a Irán, en desacuerdo con las medidas de boicot que la federación iraní impulsaba: lo forzaron a perder deliberadamente las semifinales de la competencia para no enfrentarse al israelí Sagi Muki, y posteriormente le prohibieron compartir el podio con Muki.
El iraní decidió huir a Alemania, denunció la situación ante la Federación Internacional de Judo y provocó la suspensión de la federación iraní. Meses después recibió una oferta para representar a la federación de Mongolia y en su regreso a la actividad se tomó una amistosa foto con el israelí Muki que recorrió el mundo.
Su llegada a Israel para el Grand Slam de Tel Aviv no pasó desapercibida para la comunidad de inmigrantes iraníes en Israel, que a pesar de la lluvia se acercaron a la sede del evento con mensajes de apoyo y banderas israelíes e iraníes. La competencia fue transmitida en vivo por un canal iraní con sede en Londres.
Ante los emocionados aplausos de los presentes, Mollaei clasificó a la final del torneo tras su victoria ante el ruso Aslan Lappinagov. Con una medalla asegurada, ahora el iraní deberá definir el título ante el uzbeko Sharofiddin Boltaboev.