Jana e Israel Soriano dieron vuelta la página y llegaron desde Israel hace ocho años para ponerse al frente de la comunidad judía de Concordia, una ciudad de doscientos mil habitantes en la Mesopotamia de Argentina.
La joven pareja, de 31 años de edad, lleva a cabo tareas comunitarias en la comunidad judía de Jabad. Esta es una historia de amor y perseverancia de dos personas que aman el judaísmo y viven según pasión. La idea es difundir el judaísmo con orgullo y hacer crecer la identidad judía en la región.
En Concordia hay cerca de mil judíos, su idea es que las personas conozcan sus orígenes, que sepan acerca de su identidad y que la lleven con orgullo. Este sueño empezó desde que eran niños. Israel siempre amó el estudio de la Torá desde pequeño y Jana también. Su proyecto significó para ellos estar lejos de su familia de origen, parte en Israel y otra en Buenos Aires; sin embargo, el tamaño de sus sueños era más grande y decidieron emprender el viaje con determinación.
Cuando llegaron eran dos jóvenes de tan sólo 23 años, convencidos con su fe y sus creencias de poder congregar a la comunidad, que conozcan la historia judía y que se interesen en sus orígenes.
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Jana e Israel con su familia numerosa de nacionalidad israelí y argentina.
(Andre Madera)
En esos años vinieron con dos pequeñas niñas, Sarai y Anael, que nacieron en Israel. Luego nacieron en Concordia Menuja, Adasa, Raziel y Iejiel, la familia se fue agrandando cada vez más, así como sus sueños.
En su casa comunitaria desarrollan tareas como el estudio de la Torá, encuentros de Shabbat y un movimiento de jóvenes. Reformaron la sinagoga y le dieron vida de nuevo, construyeron una mikve (una piscina donde se lleva a cabo ritual judío tradicional antes de los casamientos). En Concordia se encuentra la única mikve de la provincia y es de relevancia en la tradición judía. También cabe destacar que organizan celebraciones masivas durante las principales fiestas judías y ponen un esfuerzo significativo para que se conozcan las tradiciones.
Israel Soriano es el joven rabino responsable de darle vuelo a este proyecto. Es una persona empática, sencilla, simpática y sabe ponerse en el lugar del otro. Desde hace un tiempo –aparte de estar al frente de Beit Jabad– hace tareas solidarias en Concordia, reparte comida a personas necesitadas, y se involucra con los otros con un compromiso tremendo, es un héroe que tiene que estar en los titulares de las buenas noticias. Es un líder que se involucra con la sociedad, está comprometido con el dialogo interreligioso y con acciones que mejoren la vida de las personas en Concordia. Israel declaró en los medios de comunicación locales que “es fundamental siempre intentar ser seres de luz, ser positivos, ir para adelante iluminando a nuestro alrededor a todo quien pueda necesitar y a quien no necesite también. Ser buenas personas, ir para adelante siempre acompañando a la colectividad judía”. Este es un reflejo de su carácter como persona y como un líder nato.
Jana es una gran mujer con mayúsculas, es una persona preparada, en Israel daba clases de música y tenía un jardín de infantes. También es una chef experta, tiene una vasta experiencia en gastronomía israelí y servicios gastronómicos. Como si fuera poco tiene conocimientos y habilidades 2.0, arma videos con el aprendizaje de la Torá de la semana con los chicos, con las actividades que organizan. Jana entiende que es necesario la difusión online en este nuevo contexto mundial para sostener una organización.
Además, como líder tiene una gran sensibilidad. Un ejemplo es cuando me contó este relato, casi al borde del llanto. Es una historia de una mujer que llegó con sus hijos a su casa en Concordia, víctima de violencia de género, en situación de calle. Jana e Israel la ayudaron a conseguir empleo y le dieron el calor de una familia, la sostuvieron para contenerla, ayudar a sus hijos y darles un apoyo desinteresado. Esta historia me tocó el corazón, la persona fue parte de la vida familiar durante un tiempo largo y la ayudaron a regresar a la independencia y el empoderamiento.
Otro de los relatos pertenece a la visita del hijo del antiguo rabino de la comunidad, este joven los conoció cuando viajó desde Israel para rendir homenaje a su padre y se quedó como voluntario de Beit Jabad durante un año. Jana, Israel y los niños tienen el don de la buena gente, son sencillos, saben conectar con los otros, y están preparados para la acción.
Esta historia refleja tan sólo una pequeña parte de su día a día. Muchas personas disfrutan de su recibimiento, de las cálidas cenas en las celebraciones y de las actividades que planifican para activar la vida judía en la región, a la comunidad llega tanto gente observante como reformista, las puertas de esta organización están abiertas para todos.
Este es el primer reportaje de una serie que consiste en contar las acciones de israelíes por el mundo a través de nuestros ojos. Las imágenes reflejan un pequeño resumen de la vida en Concordia en Beit Jabad.
Tali Akuka & Andre Madera
Ecoturismo Mundo
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