A medida que se acercaba su jubilación, Awad Abu-Ruqaiq, de 55 años, decidió convertirse en un experto guía turístico, con una especialización única.
Para hacer realidad este sueño, este padre de cinco hijos de la ciudad beduina de Tel Sheva completó un curso intensivo del Ministerio de Turismo. Termino el curso con éxito, especializándose en zonas desérticas, y empezó a realizar visitas guiadas por todo el país.
Hace aproximadamente un año y medio, Awad conoció a Gil Schneider, director de la cabaña del desierto de Ben-Gurion en Sde Boker, durante una visita privada que estaba guiando. Schneider quedó muy impresionado por él, y reclutó a Awad para trabajar como instructor de familias, estudiantes y visitantes en el Instituto del Patrimonio Ben-Gurion.
"Como educador, creo que nosotros, una población minoritaria que vive en este país, tenemos que ampliar el mercado en el que buscamos trabajo", dijo el guía turístico beduino. "No debemos distanciarnos de la acción real, ni aislarnos", agregó.
"Ben Gurion se aseguró de que algunos beduinos se quedaran en Israel después de la Guerra de la Independencia", manifestó.
La ventaja de Awad es que puede guiar en árabe estándar moderno y en el dialecto árabe local, explica Schneider. Además, aseguró que en el último año, la cabaña de Ben Gurion tuvo más estudiantes de habla árabe, y que las visitas ofrecidas en su lengua materna "permiten un discurso basado en valores y respetuoso sobre el legado de Ben-Gurion".
Schneider añadió que el sitio del patrimonio "intenta que el personal sea lo más diverso posible, igual que la diversa sociedad israelí". Cuando se le pregunta a Awad por su decisión de trabajar en el sitio del patrimonio israelí, dice que los beduinos son "parte integrante del público israelí".
"Para mí es importante transmitir la historia, enseñar sobre este gran hombre, llevar el peso como cualquier ciudadano del Estado", afirmó. "Estoy orgulloso de mi nuevo lugar de trabajo", concluyó.