Dicen que una imagen vale más que mil palabras. De hecho, parece que las fotografías del fotógrafo de Ynet y Yedioth Ahronoth, Roy Idan, asesinado por terroristas de Hamás en la masacre del 7 de octubre junto a su esposa, Smadar, cuentan la historia de todo el sur de Israel. La esperanza de una vida pacífica en una región floreciente, frente a una realidad insuperable: interminables intercambios de disparos, innumerables ataques con cohetes y ahora una guerra sin fin a la vista.
Idan, de 42 años en el momento de su muerte, y su esposa Smadar fueron asesinados en una incursión de Hamás en el kibutz Kfar Aza, donde vivían. Dos de sus hijos, Michael y Amalia, se escondieron en un armario de su casa y sobrevivieron. Su hija menor, Abigail, fue secuestrada en Gaza y liberada del cautiverio de Hamás después de 51 días. Justo antes de ser asesinado, Roy todavía tuvo tiempo de tomar su última fotografía: los parapentes de Hamás que se infiltraron desde Gaza la mañana del ataque.
Esta no es necesariamente la foto que Roy quisiera que recordáramos. Con motivo de los 100 días del atentado terrorista en el que fue asesinado, revisamos las numerosas fotografías espectaculares que tomó a lo largo de los años, desde la floración de las caléndulas en el Festival del Sur Rojo, la migración de los estorninos, las pinturas de la esperanza en el muro en las comunidades fronterizas de Gaza y la puesta de sol en el fondo de un bombardeo de cohetes desde Gaza.
"A Roy le gustaba fotografiar principalmente caléndulas, pero no guerras", contó Matan Tzuri, corresponsal de Ynet en el sur de Israel, quien trabajó estrechamente con Idan durante muchos años. "También drimias en otoño, y arroyos en invierno en el norte del Negev, inundaciones espectaculares en el desierto. Bandadas de estorninos y la alegría de los bañistas en verano. Pero a Roy nunca le gustó fotografiar guerras".
Livnat Ginzburg, ex coordinadora de turismo para el norte del Néguev y productora del Festival Rojo del Sur, habla de lo que ella llama "las buenas noticias, Roy". Según ella, "siempre he conocido a Roy en festivales, eventos, en lugares donde es necesario documentar las cosas buenas, las cosas positivas y las cosas hermosas que suceden en nuestra área y que es importante que todos vean".
Ginzburg añade: "Roy, para mí, era una señal de que el Sur Rojo había comenzado. A lo largo de los años, nos reuníamos justo antes de que comenzara el festival, justo cuando empezaban a florecer las primeras caléndulas. Nos reuníamos temprano en la mañana, Roy tomaba algunas fotos y decía: "Vamos, ya lo tenemos, me voy corriendo antes de que empiecen los atascos", con una sonrisa traviesa.
"Sé que Roy también documentó las cosas menos bellas y agradables, pero siempre nos encontramos en contextos positivos. Ya sea en Red South o Indie Negev, en el festival de globos o cualquier cosa buena que sucediera en nuestra región. Para mí, Roy fue un mensajero y representante de lo bueno y lo bello. Así lo recordaré. Con el gran corazón, el abrazo alentador, el optimismo, el consejo para la buena vida y la eterna sonrisa que tanto extrañaré", añade.
Roy fue un mensajero y representante de lo bueno y lo bello
Alon Strimling, editor senior de noticias y contenido, habla sobre la gran dedicación de Roy a su trabajo y al área donde vivía. "Roy era un fotógrafo profesional que vivía y respiraba noticias, pero ante todo un ser humano que siempre encontraba lo bueno y lo positivo en todo. La zona de las comunidades fronterizas de Gaza estaba en su alma. Para él era importante documentar su vida, la prosperidad y florecimiento, como solía fotografiar en 'Red South' exactamente de la misma manera que traía fotos de globos incendiarios o ataques de cohetes. Esta es una gran pérdida, y una persona que era una parte esencial de nuestro sistema. Lo extraño mucho."
Avivit Tsanti, ex productora de Ynet, testifica que muchas veces cuando llamaba a Roy para enviarlo a fotografiar a algún lugar, se enteraba de que ya había llegado al lugar o que estaba de camino.
Según Tsanti, "siempre salía al sonar la sirena y no esperaba, el 7 de octubre es un ejemplo de ello, sus fotografías fueron las primeras desde la frontera de los terroristas con parapentes. No importa el peligro, no importa las interminables advertencias, él salía y tomaba fotografías. Recuerdo estar en el refugio antiaéreo y no creer como ya a las 6:40 ya estaban los materiales de Roy. Por otro lado, sabía que era Roy. Le envié un mensaje y no hubo respuesta ", relata.
