Soy Radi Kiuf. Fui herido en 1988 durante la operación “Ley y Orden” en una aldea del Líbano durante un combate con Hezbollah. Yo era comandante del batallón 202 de la Brigada de Paracaidistas cuando ingresamos a pie para combatir en un área urbana, y un terrorista parado frente a mí me disparó dos balas en el centro del cuerpo. Respondí al ataque y logré neutralizarlo. Mientras caía, recibí un tercer disparo en la espalda. Durante la evacuación no sabía cómo lograríamos salir de allí. Me mantuve consciente con todas mis fuerzas hasta que llegué al hospital Rambam, en Haifa.
Después de haber estado internado en grave estado y de haber permanecido 19 días inconsciente, me desperté sabiendo que estaba paralizado.
La idea de que de repente me volvería dependiente de los demás me resultaba insoportable. Pero me levanté con la ayuda de pensamientos buenos y optimistas.
Quien cambió mi vida fue el doctor Amit Goffer, un ingeniero que quedó paralizado en las cuatro extremidades debido a un accidente automovilístico. Él desarrolló ReWalk, un dispositivo que permite caminar a los discapacitados. ¿Suena a ciencia ficción?
ReWalk ha cambiado la vida de miles de personas discapacitadas en todo el mundo.
Puedo compartir mi experiencia personal y decir que la capacidad de estar de pie me fortaleció ante todo mi salud: no más úlceras por presión, buena circulación sanguínea, el sistema digestivo funciona mejor y ha mejorado significativamente mi calidad de vida.
Pero lo más importante fue el cambio en el aspecto mental; puedo estar de pie y hablar con las personas a la altura de los ojos, sentir el entorno de forma natural y abrazar a mi esposa correctamente. Recuperé la autoestima y me siento como los demás. Un sentimiento que nunca pensé que volvería a mí.
Entonces, ¿qué es exactamente ReWalk? Se trata de una computadora montada en un exoesqueleto mecánico que funciona con baterías recargables. Una vez que la persona discapacitada se levanta de la silla y se pone el exoesqueleto puede caminar, sentarse y subir las escaleras, cosas aparentemente simples para todos, pero para alguien que sufre de una discapacidad como la mía es un sueño hecho realidad. El exoesqueleto se personaliza para cada usuario de acuerdo con sus dimensiones y está pensado para su uso en interiores y exteriores, todo a través de un funcionamiento independiente y permite no depender de los demás. Este es otro detalle que parece trivial pero no para nosotros, los discapacitados.
El ReWalk israelí ha tenido un éxito increíble y es utilizado por los ejércitos de Estados Unidos, algunos países de Europa e Israel. Personalmente, incluso tuve el gran honor de presentar el desarrollo al presidente Obama junto con una soldado estadounidense.
Sin embargo, hay un lado triste en toda esta historia: el propio doctor Goffer no puede usar el dispositivo porque ReWalk requiere brazos saludables, pero él sufre de parálisis en las cuatro extremidades. Pero un emprendedor israelí nunca se rinde, ¿verdad? Amit inventó otra tecnología hace unos años: UPnRIDE. Este desarrollo convierte la silla de ruedas en un dispositivo con el cual la persona discapacitada puede pararse.
ReWalk me ha permitido a mí y a muchas otras personas discapacitadas volver a caminar. Se trata de un cambio físico, mental y espiritual. Si los israelíes sienten orgullo por su tecnología, es precisamente por desarrollos como este.
Si el ingenio israelí puede ayudar a los discapacitados a caminar, creo que Israel también encontrará una solución para detener el coronavirus.
Artículo escrito en colaboración con Reboot Forum