En una operación continua de 40 horas, los médicos finalmente lograron sacar el tumor de la cabeza de la niña.
Su nombre es Zoia, y vive en Rusia. En su país, había sido diagnosticada, pero no encontraban un tratamiento adecuado para ella. Por lo que su familia decidió recurrir a médicos israelíes para que puedan salvar la vida de la pequeña.
El tumor se había agrandado, y tenía el tamaño de una pelota de tenis entre el cráneo y las dos primeras vértebras. Este crecimiento ocurre en uno de cada diez millones de niños.
Para la cirugía, se preparó un equipo multidisciplinario de neurocirujanos, especialistas en nariz y garganta, anestesistas pediátricos, especialistas en electrofisiología , enfermeras de quirófano y equipos de cuidados intensivos.
El Dr. Amir Krashnovitz, director de la unidad de neurocirugía del Centro Pediátrico Schneider, también formó parte del equipo, y explicó que "tal aumento es extremadamente raro, uno de los momentos emocionantes de un neurocirujano es cuando sabe que ha podido extirpar el tumor por completo, sin dañar el tejido o la función cerebral".
"Gracias a la habilidad y experiencia del equipo de cirujanos, junto con un equipo profesional de anestesia pediátrica, pudimos hacer que el tumor pasara por la nariz y salvar la vida de la niña. Estoy emocionado de ver a Zoia como está ahora", destacó el doctor, y agregó que "para nuestro deleite y en contra de los primeros preparativos, pudimos realizar la cirugía menos invasiva y evitar llegar al tumor a través de la parte posterior de su cráneo".
Luego de la operación, la madre de Zoia expresó: "Agradezco a todos y cada uno de los equipos de médicos y enfermeras que salvaron la vida de mi hija y lucharon por ella cuando otros se rindieron".
