En momentos en que los casos de coronavirus continúan aumentando en todo Israel, los hospitales advirtieron que sus unidades de cuidados intensivos están trabajando a contratiempo para lidiar con el flujo de nuevos pacientes de COVID-19, la mayoría de los cuales aparentemente no están vacunados.
A pesar de haber llevado a cabo una de las campañas de vacunación más rápidas del mundo, Israel lucha ahora por contener la variante Delta altamente contagiosa. Durante el fin de semana, el parte sanitario del Ministerio de Salud indicó que el recuento de pacientes graves superó la cifra de 500 por primera vez en meses.
"La seguridad de las vacunas ya está probada en mil millones de personas en todo el mundo"
Dra. Noa Eliakim-Raz, hospital Rabin
Los hospitales del centro del país señalaron que habían comenzado a trasladar pacientes graves a Jerusalem, donde había más camas disponibles. El Centro Médico Hadassah en Jerusalem anunció que abriría el domingo un pabellón adicional para atención de pacientes COVID.
Según la radio pública Kan, algunos procedimientos médicos electivos se cancelarán para liberar a los equipos hospitalarios y reforzar la dotación de personal de las salas de coronavirus.
La doctora Noa Eliakim-Raz del hospital Rabin en Petach Tikva señaló que solo uno de los pacientes hospitalizados en la Unidad de Cuidados Intensivos había recibido la vacuna.
"La seguridad de las vacunas ya está probada en mil millones de personas en todo el mundo”, expresó. "Los pacientes no vacunados son jóvenes y están muy enfermos. Es desgarrador y al mismo tiempo desconcertante", agregó.
"Mi enojo está dirigido al millón de personas que no se vacunaron”
Prof. Zvi Fridlander, Centro Médico Hadassah
"Para cuando llegan al hospital, no tiene sentido preguntar por qué no se vacunaron. Estoy segura de que si hubieran entendido el sufrimiento de los pacientes y sus familias y el terror que sienten cuando su salud empeora, habrían actuado de otra manera", concluyó Eliakim-Raz.
El profesor Zvi Fridlander del Centro Médico Hadassah, dijo que la población no vacunada era responsable de la cuarta ola de coronavirus que está experimentando Israel. "Mi enojo está dirigido al millón de personas que no se vacunaron”, sostuvo, y agregó que a menudo escucha de pacientes no vacunados que lamentan no haberlo hecho.
Ambos profesionales destacaron que los equipos médicos están agotados, abrumados y asustados después de luchar en la primera línea contra el virus desde que se desató la pandemia hace más de un año.
La doctora Eliakim-Raz, resaltó, aún así, que los equipos están dedicados y comprometidos con la lucha. "La gente trabaja incansablemente. Tenemos doctoras y enfermeras embarazadas y personal inmunodeprimido, todos tratando a pacientes con coronavirus", indicó.
La doctora agregó que el virus llegó para quedarse. "Será una batalla constante entre las nuevas variantes y el nivel de inmunidad de la población. Mientras más personas tengan inmunidad, mejor estaremos. Necesitaremos refuerzos periódicos y la morbilidad volverá a aumentar ante nuevas variantes. Con el tiempo aprenderemos más sobre el virus y la mejor manera de vivir con él", evaluó.