Las mujeres árabes en Israel tienen más probabilidades de morir de cáncer de mama que sus contrapartes judías, según un informe del Ministerio de Salud publicada el domingo.
Los expertos en oncología citan las ubicaciones geográficas y la falta de conciencia acerca de la necesidad de detectar enfermedades como algunas de las causas de la mayor tasa de mortalidad.
Las mujeres judías, sin embargo, son más conscientes de la importancia de los exámenes de mamografía para el diagnóstico precoz de la enfermedad. Los expertos agregaron que la mayoría de las mujeres árabes viven en la periferia de Israel, donde la calidad de la atención médica general es más baja que la que se encuentra en la parte central del país.
Entre los años 1996 y 2000, la enfermedad era más común entre las mujeres judías, pero la tasa se desaceleró en 2018, luego de una iniciativa nacional para proporcionar mamografías, lanzada en 1995.
La enfermedad se hizo cada vez más común entre las mujeres árabes entre 1996 y 2018. En 1996, cuatro de cada 100.000 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer de mama, y en 2018, el número aumentó a siete de cada 100.000. Si bien faltan datos para el período comprendido entre 2018 y 2022, los funcionarios de salud creen que no se han producido cambios significativos desde entonces.
Los datos también muestran que la edad promedio para el diagnóstico de la enfermedad entre las mujeres judías es de 59 años, en comparación con la edad de 55 entre las mujeres árabes.
La enfermedad se hizo cada vez más común entre las mujeres árabes entre 1996 y 2018.
Las tasas de supervivencia cinco años después del diagnóstico inicial también difieren, con el 89% de las mujeres judías que sobreviven, en comparación con el 84% de las mujeres árabes. Las tasas de mortalidad, según cifras del ministerio, son del 17,8% entre las mujeres judías y del 27,1% entre las mujeres árabes.
Ayelet Shai, jefa del departamento de cáncer de mama de la sala de oncología del Rambam Health Care Campus, señaló que la detección temprana es clave para la supervivencia. "Creemos que hay más diagnósticos tempranos entre las mujeres judías debido a la mayor conciencia de las mamografías", consideró.
La doctora Sahi agregó que la nutrición en la sociedad árabe, que tiende a ser rica en carbohidratos, también es un factor, así como la falta de ejercicios físicos y la obesidad, que también juegan un papel en el aumento de las tasas de mortalidad en el sector.
Uno de los factores más importantes para las altas tasas de mortalidad es la cantidad de tiempo que pasa entre el diagnóstico y el inicio del tratamiento. Este factor se ve afectado por la mano de obra disponible en las instalaciones médicas cercanas a donde viven los pacientes.
La doctora Shai dijo que, según estudios internacionales, las mujeres de grupos socioeconómicos más bajos experimentan un mayor nivel de estrés, que también es un factor que contribuye a la mortalidad por la enfermedad.
Marian Hatib, directora del Centro para la Salud del Seno y experta en oncología del Centro Médico Sourasky de Tel Aviv, está de acuerdo en que las tasas de diagnóstico y mortalidad entre las mujeres árabes están en aumento debido a la falta de conocimiento de las pruebas de detección, así como a los malos hábitos de estilo de vida.
La doctora Hatib señaló que la edad promedio de diagnóstico entre las mujeres árabes es inferior a 45 años, que es más baja que el promedio entre las mujeres judías. Añadió que la enfermedad entre las mujeres árabes tiende a ser más agresiva.
Marian Hatib también expresó que el número de mujeres árabes que acuden a hacerse mamografías ha ido en aumento en los últimos años.
"No es tan alto como en el sector judío, pero es mejor que nunca", dijo. "Sin embargo, las mujeres árabes más jóvenes todavía no vienen a ser examinadas", aclaró la doctora Hatib.
Explicó que mientras que las mujeres judías de tan sólo 25 años vienen para exámenes de detección de cáncer de mama, las mujeres árabes llegan a una edad más avanzada. "En los últimos años, se han hecho más esfuerzos para hacer que las mamografías estén más disponibles en las aldeas árabes, pero no es suficiente", añadió.
"Hay mucha diferencia entre las mujeres que provienen de diferentes orígenes. Este no es un solo grupo, y hay muchos subgrupos entre las mujeres árabes", dijo, explicando que los datos no son los mismos entre todas las mujeres de la comunidad árabe.
"Algunas mujeres árabes no vienen para hacerse pruebas porque se avergüenzan del diagnóstico", explicó. "No llaman a la enfermedad 'cáncer', y la familia de las mujeres a menudo desconoce el diagnóstico. El cáncer no es nada de qué avergonzarse", agregó Hatib.
"Los hospitales están equipados con salas de cáncer de mama, y los exámenes son llevados a cabo por médicos generales en diferentes organizaciones de mantenimiento de la salud en Israel", informó el Ministerio de Salud en un comunicado.
"Las mamografías están disponibles en hospitales e institutos de la comunidad, y también existen en aldeas árabes", agregó la información del ministerio.