El Hospital Soroka en Be'er Sheva advirtió este jueves 11 que no podría proporcionar servicios durante futuros conflictos violentos con Gaza porque carece de la protección adecuada.
Soroka es el centro médico más grande del sur de Israel, que sirve a civiles y militares, y fue objeto de disparos de cohetes durante la reciente ofensiva de 3 días contra la Jihad Islámica, así como durante conflictos militares anteriores.
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Traslado de bebés prematuros en el Hospital Soroka para ponerlos a salvo de los cohetes de la Jihad Islámica.
(Gentileza)
Los administradores del hospital dijeron que muchas de sus salas no pueden proporcionar refugio durante los ataques con cohetes. Del total de 1.200 camas con que cuenta la instalación, sólo 200 están ubicadas en áreas aptas para resistir ataques, sólo uno de los dos quirófanos y sólo una de las cinco salas de cateterismo.
El doctor Shlomi Kodesh, director general del Centro Médico Soroka, advirtió que el hospital no está preparado para una guerra que duraría unos cuantos días. "El viernes, después de que comenzaron los combates la semana pasada, reunimos a todo el personal de administración y hasta las 11 pm movimos 200 camas de hospital", informó.
"Cientos de nuestros empleados llegaron especialmente de sus casas y empujaron camas. Los bebés prematuros se amontonaron en la habitación, los pacientes que necesitaban cateterismo tuvieron que esperar y las pruebas médicas se suspendieron porque una de las máquinas de TC estaba en un espacio desprotegido", añadió Kodesh.
"Esto debe parar", dijo. "En el Negev ya hay menos camas por cada 1.000 personas", explicó el jefe del hospital. "Esta vez los combates duraron sólo tres días, pero ¿qué pasará en la próxima guerra de Gaza? El hospital más grande del Negev perderá una gran parte de su funcionalidad", agregó.
"La solución es el dinero", dijo. "Al final tiene que haber un edificio protegido construido que incluya todas las funciones que faltan, y este país sabe cómo construir edificios. Están buscando el dinero, y ya es hora de que lo encuentren. En una operación prolongada, el daño a los pacientes puede ser muy significativo y la reducción de 200 camas será muy significativa para los residentes del Negev", señaló Kodesh.
Todavía en el sur, el Centro Médico Assuta, en Ashdod, que fue construido hace unos años, y es mucho más pequeño que el Centro Médico Soroka, tiene la infraestructura adecuada para continuar trabajando bajo fuego. Sin embargo, su dirección ha advertido que la instalación puede no ser lo suficientemente sustancial como para responder a la necesidad de la creciente población.
"El Estado de Israel construyó un hospital protegido en Ashdod, debido a la amenaza a la vida durante el fuego de Gaza", escribió el director del hospital, el Dr. Erez Barenboim, en un texto dirigido al ministro de Finanzas, Avigdor Lieberman.
"La decisión estratégica de establecer un hospital público protegido fue valiente y apropiada, pero es demasiado pequeña en relación con la población de Ashdod que se espera que crezca en los próximos años", añade el texto de Barenboim.
El doctor Barenboim pidió a los ministerios de Finanzas y Salud que se comprometieran a una inversión anual de 100 millones de shekels para los próximos cinco años, alegando que ésa era la única manera de mantener funcionando el hospital estratégicamente construido.
El Ministerio de Salud informó en respuesta que había invertido decenas de millones de shekels en la protección de los diferentes hospitales en áreas de conflicto: "La expansión de la protección hospitalaria depende del presupuesto asignado para este propósito por el gobierno", añadió el ministerio.
